Para completar el magnífico artículo sobre la plaza de toros de Segovia publicado en El Adelantado de Segovia el día 21 de enero de 2023, cuyo autor es don Alejandro Martín, me es grato aportar la siguiente información que a continuación describo:
Por la década de los 90 del siglo pasado, la plaza de toros pertenecía a una sociedad cuyos propietarios eran Manolo Lozano, Gustavo Postigo Santamaría, Pedro Hermoso Sebastián y no recuerdo si participaba alguien más. El caso es que dada la personalidad de Gustavo Postigo y su amor acendrado por Segovia y por los toros y dada su influencia sobre el resto de propietarios, tuvo la idea de terminar la plaza de toros de Segovia que durante 200 años estuvo sin rematar y en la cara interior de sus paramentos verticales se veían los mechinales donde debían haber ido empotradas las vigas de sujeción de la parte alta de los graderíos que jamás se instalaron. Esta zona, que hubiera sido la parte superior de los graderíos, por fe o por be nunca se había tocado durante ese dilatado tiempo. Era una idea que le rondaba por la cabeza desde pequeño a Gustavo ya que siempre fue un asiduo espectador porque ya de niño acudía a las corridas de toros de la mano de su querido abuelo el Sr. Alejandro Santa María.
Dada las circunstancias convenció a los demás socios la importancia que tenía para Segovia y para la sociedad el terminar la plaza construyendo los graderíos inacabados.
La amistad que siempre tuve con Gustavo que procedía de ser vecinos del barrio de Santa Columba desde niños de 7 años, hizo que encargara al que estas líneas escribe, como ingeniero industrial, un proyecto de la cuarta parte de ese graderío, proyecto que realice. Se comenzaron las obras bajo mi dirección y la del ayudante perito de minas D. Pedro Pozuelo Peralta. Se realizó perfectamente este graderío y en los dos años siguientes y de la misma forma se realizaron la segunda y tercera partes de ese mismo graderío con los mismos proyectistas y direcciones de obra. La última cuarta parte del graderío se hizo al año siguiente con el proyecto del arquitecto, antiguo y dilecto discípulo del que estas líneas escribe don Alberto García Gil, con lo que se concluyó la construcción de la plaza, presentado el aspecto que hoy podemos contemplar.
Solamente esto es lo que quería decir, para el general conocimiento, con lo que a mi leal saber y entender completa el magnífico artículo de don Alejandro Martín.
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