El mismo día en que se cumplía un mes de la llegada de Edward Snowden a Moscú, el Gobierno ruso envió ayer al exinformático de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos un documento que le permite abandonar el aeropuerto de Sheremetievo, dándole así la oportunidad de viajar a cualquiera de los países sudamericanos que se mostraron conformes en conceder al joven asilo político. Sin embargo, el exasesor no parece tener intención de salir de la nación y anunció que permanecerá algún tiempo más en la zona de tránsito del recinto, a la espera de que las autoridades locales tomen una decisión sobre su solicitud de amparo.
Así lo señaló el abogado de Snowden, Anatoli Kucherena, que indicó que el norteamericano todavía no ha recibido el certificado anunciado, a pesar de que el Servicio Federal de Migraciones (SMF) aseveró que el permiso «fue entregado» y los servicios de aduana «no pondrán ninguna objeción» a una salida inmediata.
No obstante, Kucherena insistió en que su cliente se quedará donde está y que su futuro «está aún por decidir». Eso sí, también agregó que, una vez reciba el documento, Snowden podrá circular por todo el país, donde pretende «vivir y trabajar» una vez consiga la aprobación a su reclamación de asilo temporal emitida hace dos semanas.
Mientras tanto, el Partido Internet Ruso informó de que está llevando a cabo una campaña online para ayudar al filtrador del espionaje efectuado por Estados Unidos, a través de la cual ya ha recaudado más de 3.000 dólares (unos 2.200 euros).
«Según nuestros datos, su estancia en Rusia durará y necesita dinero en efectivo», aseguró un portavoz de la plataforma.
Tal y como precisó, la formación comenzó a recibir fondos tan solo media hora después de poner en marcha la iniciativa en su página web, el pasado lunes. Por ahora, añadió, ha habido más de 70 personas que han hecho contribuciones para esta causa.
Por otro lado, el presidente de Bolivia, Evo Morales, aceptó las disculpas de los Gobiernos de España, Francia, Italia y Portugal por el incidente que le mantuvo varado varias horas en Europa el pasado 2 de julio y anunció el retorno de sus embajadores a esas naciones, después de que los hubiese replegado hace una semana como medida de protesta.
«Aceptamos las disculpas de los cuatro países como un primer paso, porque queremos continuar relaciones de respeto entre nuestros países; relaciones de complementariedad y solidaridad», declaró el mandatario.
No obstante, afirmó que Bolivia «se reserva el derecho de continuar con acciones emprendidas ante los organismos internacionales para lograr una completa reparación frente a esta agresión, para que estos hechos no vuelvan a ocurrir nunca más».
