La violencia en Siria no descansa.
Y es que el secretario general de la Liga Arabe, Nabil Elaraby, afirmó ayer que está preocupado por la posibilidad de que estalle una guerra civil que pueda llegar a afectar a Estados vecinos. «Sí, temo un conflicto, y los acontecimientos que estamos viendo y escuchando en la actualidad podrían llevar a uno enorme», aseguró Elaraby, cuya organización tiene desplegados observadores en el país para comprobar el cumplimiento del acuerdo alcanzado con Damasco en cuanto a seguridad y violencia.
«Cualquier problema en Siria tendrá consecuencias en los países más próximos», añadió.
La misión de los testigos de la Liga intenta mantener su credibilidad en el Estado árabe después de que dos miembros de la delegación hayan abandonado el país aduciendo que el Ejecutivo sirio está utilizando el plan del organismo «para hacer propaganda».
Sin embargo, el jefe del proyecto de observación, Mohamad al Dabi, tachó de «completamente falsas» las denuncias formuladas por uno de los efectivos, el argelino Anwar Malek, que se retiró del trabajo y denunció que «se estaba favoreciendo con su presencia a que el Gobierno siga reprimiendo a los manifestantes».
En un comunicado, Al Dabi afirmó que desde que fue designado en el equipo de observadores enviados a Homs, Malek no había dejado el hotel durante días ni había participado de las visitas de campo realizadas, argumentando que estaba enfermo. En este sentido, Elaraby describió los informes que facilitó Al Dabi como «preocupantes», aunque matizó que «no hay duda de que el número de muertos ha disminuido con la presencia de la misión de la Liga».
violencia persistente. Pese a ello, continúa derramándose sangre en las calles de varias ciudades del país. Así, un total de 23 personas perdieron la vida ayer, entre ellos un menor, por los ataques perpetrados por terroristas en Damasco, Hama, Homs e Idleb. No obstante, las familias de las víctimas han confiado en que el sacrificio de sus seres queridos sirva para que se supere la crisis que se vive desde hace 10 meses.
La misión presentará sus conclusiones a los ministros de Exteriores de los Estado miembro de la Liga entre el 19 y el 20 de enero. No está claro qué más puede hacer la organización panárabe si el informe señala que Siria no ha cumplido con todas sus promesas. «La decisión será tomada por el consejo ministerial. Ellos decidirán si hay beneficios en continuar allí o no», apostilló Elaraby.
