Residencia de reyes, prisión, sede del Real Colegio de Artillería… en sus diez siglos de historia el Alcázar no sólo ha servido como baluarte para la defensa de la ciudad, sino que el tiempo ha ido transformando a la fortaleza en una de sus principales señas de identidad en el mundo. Aunque autores de la talla del Marqués de Lozoya u Oliver Copons han escrito obras dedicadas a su historia, el Patronato rector del Alcázar ha editado una obra que reúne el trabajo de una decena de prestigiosos especialistas sobre aspectos quizá menos conocidos pero que han servido para engrandecer la leyenda de este monumento.
Bajo el título «El Alcázar de Segovia: Bicentenario 1808-2008″, el libro fue presentado ayer en un acto celebrado en la Sala de Reyes presidido por el responsable del patronato, general Ricardo Sotomayor, que estuvo acompañado por el conservador del monumento y coordinador del libro, Antonio Ruiz Hernando y por el maestro mayor y patrono del Alcázar, José Miguel Merino de Cáceres; y al que asistieron una amplia representación de las autoridades locales y provinciales.
En la presentación, Ruiz Hernando explicó que el libro «pretende ser una visión de conjunto sobre los aspectos históricos y artísticos de la fortaleza, ya que se ha escrito mucho y bien sobre todos ellos, pero todo lo que se ha hecho hay que buscarlo de una forma desgranada».
En este sentido, indicó que la publicación «es una síntesis de lo que fue y es el monumento», con el testimonio de destacados expertos como Bonifacio Bartolomé, Ignacio Hernández, Rafael Cantalejo, Isabel Peñalosa, Ubaldo Martínez, Víctor Esteban o María Jesús Quesada, además del de Merino de Cáceres y el suyo propio.
El libro dedica un amplio apartado a la evolución arquitectónica de la fortaleza, motivada por los cambios dinásticos en el reinado o por circunstancias como el incendio que la devastó a mediados del siglo XIX; pero no olvida otros aspectos igualmente interesantes como su etapa como prisión o como germen del Real Colegio de Artillería, la historia del monumento que Aniceto Marinas creó para elogiar a los héroes del 2 de Mayo en la plaza de la Reina Victoria Eugenia o la creación hace 60 años del patronato que actualmente rige los destinos del monumento.
