Maniatado en su juego, sin ideas ofensivas salvo en la recta final del partido, y sin suerte con las decisiones arbitrales, el CD La Granja sucumbió frente al Numancia B en el encuentro jugado en el campo de El Hospital, en el que el conjunto granjeño se mostró inferior a un filial soriano bien posicionado sobre el terreno de juego, y que mostró una intensidad extraordinaria para conseguir desactivar el juego de ataque segoviano.
Había cuentas pendientes de partidos anteriores entre ambos conjuntos, y ello se notó en diversas acciones de la primera parte, sobre todo con los jugadores locales y el visitante Edipo, que entraba a todas las batallas, y cuando no, las provocaba. Precisamente suya fue la acción que precedió al 0-1, tras robar un balón a Adrián cerca del área, en la que el árbitro no apreció la falta que sí vieron los de casa, y cederle el esférico a Revi, para que éste sorprendiera a Yiyo con un ajustado remate al primer palo.
El tanto fue todo un mazazo para el CD La Granja, que muy pronto comenzó a sufrir numerosos problemas a la hora de llevar el balón cerca del área de Pinillos. La presión que ejercían los visitantes, con la defensa adelantada y las líneas muy juntas, obligaba en no pocas ocasiones a enviar la pelota en largo, con toda la ventaja para los zagueros sorianos. Las ausencias en el once de Chiqui en la zona de creación, y de Ricardo como referencia ofensiva, pesaban como una losa, porque a pesar de que la intención de los locales era la de tocar por el centro y sorprender por la banda, apenas había profundidad en las jugadas. Tan solo Xavi, con un lanzamiento de falta, probó a un Pinillos que vivió feliz durante los primeros cuarenta y cinco minutos de partido, en los que el equipo de casa llegó en dos ocasiones al área con cierto peligro, y realizó tres remates a portería, el ya reseñado de Xavi, otro desviado de David Martín, y uno flojo de Guillermo desde la línea de fondo.
Con tan escaso bagaje ofensivo, y eso que el Numancia B no había hecho mucho más, pero tampoco estaba obligado a arriesgar con la ventaja en el marcador, se puso fin a un primer tiempo de mucho desgaste en la zona ancha del campo, pero de escasísima presencia en las áreas. Y por esos mismos derroteros comenzó el segundo tiempo, aunque poco a poco fueron abriéndose los espacios, en parte por el cansancio, y en parte por la obligación granjeña de avanzar metros buscando el empate.
La aparición de Chiqui en el terreno de juego contribuyó a aclarar un poco las ideas en el centro del campo del CD La Granja, que tuvo la ocasión de celebrar el gol del empate, tras un remate desde la frontal de Chiqui, que Pinillos no logró blocar, y que Mario embocó a la red, pero que el árbitro, a instancias de su asistente, anuló por fuera de juego del delantero segoviano en otra controvertida decisión con la que pocos estuvieron de acuerdo.
La tercera decisión arbitral que terminó de sacar al CD La Granja del partido llegó en la jugada del 0-2, tras un saque de falta perfectamente botado por Edipo, que remató Revi aprovechando la duda de Yiyo en la salida. Los locales reclamaron fuera de juego, pero el árbitro no lo contempló. Ese tanto, el segundo de los sorianos, dejó tan helados a los locales, que apenas hubo reacción durante un buen cuarto de hora, hasta que el encuentro encaró su recta final. Tanto fue así que el Numancia estuvo muy cerca de marcar el 0-3 tras un evidente penalti de Pluma sobre Edipo después de una desafortunada jugada entre Yiyo y el central granjeño. El colegiado, quizá pensando en sus decisiones anteriores, optó por sacar la falta fuera del área y amonestar al capitán segoviano.
A base de poner coraje en el campo, los jugadores del CD La Granja consiguieron llegar en algunas ocasiones a la frontal del área del Numancia B. Guillermo dispuso de la oportunidad más clara para hacer el 1-2, pero su remate a un metro del área pequeña se marchó a las nubes, y poco más tarde fue Chiqui quien también gozó de otra buena ocasión que mandó al limbo. El filial, con un tremendo desgaste en la presión defensiva, también dispuso de alguna ocasión a la contra para haber aumentado su cuenta, pero sus jugadores tampoco tuvieron excesiva puntería. Una última acción polémica en la que se sancionó con fuera de juego un remate de Ricardo que en ningún caso parecía adelantado a la defensa soriana terminó de enfadar a los de casa, que se sintieron perjudicados por el árbitro. Pero, decisiones aparte, la sensación que dejó el partido fue la de un equipo visitante con las ideas muy claras, y un conjunto granjeño que no encontró la manera de impulsar su juego de ataque.
