La posibilidad de que los bares y restaurantes de la ciudad de Segovia pudieran apilar en la vía pública los distintos elementos del mobiliario de sus terrazas durante todo el año, y no solamente las noches de los meses de verano —como ocurre en la actualidad—, una demanda del sector hostelero que tenía visos que convertirse en realidad, al contar con el apoyo explícito de los concejales del PP y de IU, se esfumó ayer, de un plumazo, después de haber sido objeto de debate en los últimos tres meses.
Como se recordará, en el pleno del pasado mes de octubre, el único edil de IU, Luis Peñalosa, presentó una moción en la que pedía que se permitiera a los establecimientos hosteleros con terraza autorizada en la vía pública que durante la temporada de invierno pudieran almacenar sus mesas y sillas de igual forma a la que lo vienen realizando, de cinco años a esta parte, en la temporada de verano. La propuesta de IU contó con el apoyo de los doce ediles populares, con lo que la moción salió adelante, si bien ya en aquel momento la vicesecretaria del Ayuntamiento alertó sobre la legalidad del procedimiento, al entender que al ser una modificación de la ordenanza municipal reguladora de la ocupación de la vía pública, se exigía un dictamen previo de la Comisión de Urbanismo, Obras y Servicios.
En cumplimiento de ese criterio técnico, casi tres meses después de aquella fecha, el pasado 28 de enero, la Comisión de Urbanismo abordó el tema, y decidió, con los votos a favor de los vocales del PP (3) y de IU (1) y la abstención del presidente de la Comisión y de los vocales del PSOE (3), proponer al pleno que aprobara inicialmente la modificación propuesta, así como su remisión a la Comisión de Patrimonio Cultural de la Junta, para que esta emitiera un informe.
Pero cuando todo apuntaba a que la modificación iba a salir adelante se torció en el último instante, y no porque alguno de los grupos políticos modificara su opinión con respecto a la ya apuntada en octubre, sino debido a la ausencia de uno de los concejales populares, Francisco Vázquez, quien en calidad de presidente de la Diputación había abandonado el pleno para acudir a FITUR. Así, y tras un brevísimo debate sobre el asunto, llegado el momento de votar, apoyaron el dictamen de la Comisión de Urbanismo doce concejales (11 del PP y uno de IU), oponiéndose al mismo texto igual número, 12. En vista del empate, acabó decidiendo el voto de calidad del alcalde, Pedro Arahuetes, quien tumbó una iniciativa que nunca había sido bien vista desde el PSOE, como ya indicó la concejala de Patrimonio, Claudia de Santos, en el pleno de octubre, cuando criticó las “torretas” de sillas apiladas, atadas a uno de los soportales de la Plaza Mayor, o los problemas de movilidad que generaban ese mobiliario.
Entre mentir y faltar a la realidad….- Entre los medios de comunicación había ayer interés por ver, juntos, a Alfonso Reguera y a Javier Arranz, tras su reciente enfrentamiento en el seno de agrupación socialista de la capital. Entraron por separado al salón de plenos. Se sentaron muy cerca —entre ellos, únicamente el escaño de su compañera Lirio Martín—, pero se les vio distantes, muy distantes. No cruzaron palabra. Las espadas están en lo alto…
Más allá de la rivalidad Reguera – Arranz , en el pleno se habló, y mucho, de dos conceptos separados por una delgada línea. ¿Es lo mismo mentir que faltar a la realidad?. Cuando Reguera acusó a Jesús Postigo de “mentir” en lo referente al auto de la marquesina, este le respondió con una frase, “yo no le diré a usted nunca que miente, sino que falta a la realidad”, que salió luego a relucir prácticamente en todos los asuntos que se abordaron. El alcalde, Pedro Arahuetes, con sarcasmo, se cansó en enumerar las veces que él considera que el PP falta a la verdad. Y un poco más tarde, Eduardo Barrios, quiso cerrar lo que ya iba camino de convertirse en una guasa. “Yo ni miento ni falto a la verdad”, espetó a Andrés Torquemada, con el que no empatiza.
Quien tiene interés en empatizar con José Antonio Garvía es el alcalde. “Le tengo cariño, hay feeling entre nosotros”, reconoció Arahuetes, que a renglón seguido contrapuso esa ‘relación’ con la que tiene con Postigo, al que reprochó no mirarle a la cara. “Le miro y no le veo”, lamentó el alcalde.
En el capítulo de arrepentimientos, ayer merece la pena citar a dos. Juan Antonio Folgado, tras recibir el premio “Domine Cabra”, redujo el tiempo de sus intervenciones. Y Javier Giráldez también reconoció su error: “Dicen que hablo muy deprisa y no se me entiende, así que voy a hacerlo más tranquilo”.
Por lo que respecta a las ausencias, Francisco Vázquez estuvo poco en el pleno, casi una hora, al tener que desplazarse a Madrid, y Postigo abandonó el salón casi al final del pleno, para acudir al Juzgado.
