Calma tensa en el caso de Glenda, la menor desaparecida el pasado 13 de febrero tras salir de la Residencia Juan Pablo II en la que estaba en acogida. La efervescencia de las redes sociales parece haber dado paso a la prudencia que marca la investigación policial orientada a averiguar el paradero de la menor, que está trabajando en varias líneas de investigación.
En declaraciones a Onda Cero Segovia, la subdelegada del Gobierno Pilar Sanz confirmó que el domingo la madre de la niña recibió una llamada desde Huesca para asegurar que la menor estaba “muy bien cuidada”, y aseguró que las Fuerzas de Seguridad del Estado trabajan en esta y en otras pistas relacionadas con informaciones facilitadas por familiares y amigos.
Sanz apeló a la prudencia para garantizar el éxito de la investigación y advirtió del riesgo de un mal uso de las redes sociales que pueden entorpecer la labor policial. Además, animó a quienes puedan facilitar algún dato relevante que lo hagan a través del Cuerpo Nacional de Policía o la Guardia Civil, ya que pueden dar un uso más adecuado a las pistas.
Por su parte, el responsable de Asuntos Sociales de la Diputación Miguel Angel de Vicente también quiso sumarse a la prudencia y el respeto hacia un caso en el que está involucrada la menor. Así señaló que la Residencia Juan Pablo II –en la que se encontraba en acogida- actuó “tal cual marca el protocolo, presentando la pertinente denuncia en la Policía y a partir de ahí el centro es abierto y no puede impedir que se entre o se salga”.
De Vicente señaló que la tutela de la menor está en la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, que derivó a la residencia su cuidado; y reivindicó la labor que realizan los profesionales en un centro “donde el trabajo no es fácil y no hay ocasión para la improvisación”.
