El consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Antonio Silván, aseguró ayer que la Comunidad “es un valor natural en sí mismo» que merece la pena no sólo ser conocido sino además proyectado desde el punto de vista científico, social y económico. “Hay que rentabilizar este valor, nuestros parques naturales y nuestra riqueza forestal”, incidió el titular de Medio Ambiente, quien apeló a la responsabilidad ante la obligación que tienen los ciudadanos de trasladar este legado en buenas condiciones a futuras generaciones.
Silván asistió en Segovia al tercero de los encuentros del ciclo ‘Los mejores de los nuestros’, un homenaje a galardonados con los Premios Castilla y León que en esta ocasión ha contado con Jesús Garzón y Eduardo Galante, reconocidos en la categoría de ‘Protección del Medio Ambiente‘.
En declaraciones recogidas por Europa Press, insistió en la necesidad de aprovechar el patrimonio natural y garantizar la sostenibilidad con el desarrollo de la vida humana, para lo que, según ha dicho, “se requiere redoblar esfuerzos” y analizar qué han hecho y están haciendo las personas ligadas al medio ambiente.
El investigador Eduardo Galante, distinguido con el Premio Castilla y León en 2003, remarcó la necesidad de transmitir la herencia natural en buenas condiciones al resto de generaciones. Para él, no se puede entender la conservación de la naturaleza y la biodiversidad sin comprender la historia y la cultura de las gentes, que a lo largo de siglos han modelado y cuidado los espacios naturales. Galante, quien advirtió de que existe en la actualidad un alejamiento de las zonas rurales y que las personas tienden a «encerrarse» en entornos urbanos, ha señalado que son aquellos que viven en contacto con el medio rural quienes han permitido el legado del patrimonio natural.
Por su parte, Jesús Garzón, galardonado en 1993, destacó la importancia de educar a los más pequeños sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente. En estos momentos, según manifestó en Segovia, la situación es “crítica” porque hay “gravísimas” amenazas al Plantea como el cambio climático, que hará subir entre dos y cuatro grados la temperatura mundial.
