Después de siete días de diversión, los disfraces de los segovianos descansan ya en armarios y cajones a la espera de una nueva edición del carnaval. Han sido intensas las jornadas en las que la alegre impostura de las comparsas y agrupaciones han transformado las calles de la capital en un peculiar lugar de encuentro de cosacos e incas, toreros y piratas, libros infantiles y semáforos… que han hecho causa común para dar realce a la fiesta carnavalera.
Aunque son más de tres las décadas en las que el carnaval se celebra en Segovia, la sociedad aún se muestra reticente a participar, y sólo el esfuerzo de las comparsas y el apoyo municipal consiguen año tras año reeditar una fiesta. que cuenta con un marcado carácter popular.
Pese a ello, el balance del Carnaval 2015 es positivo en cuanto a la participación popular, sobre todo en la vertiente infantil, donde los niños han secundado masivamente las actividades y concursos organizados durante estos días de minivacaciones.
El divertido pregón de la actriz y payasa Virginia Rodero, los mágicos y evanescentes caballos de Des Quidams, el entusiasmo de los niños en el desfile infantil del lunes de Carnaval y el ingenio y la creatividad de las coplas de las comparsas fueron algunos de los hitos más característicos de una fiesta que se mantiene merced a la férrea voluntad de un (cada vez menos) numeroso grupo de segovianos que aman el carnaval y se entregan en cuerpo y alma a la fiesta. Hay cantera, pero también se trata de cuidarla y fomentar su participación.