Más de siete horas de deliberación de las magistradas Giulia Turri, Carmen D’Elia y Orsola de Cristofaro acabaron ayer con una sentencia ejemplar para el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi: siete años de cárcel y la inhabilitación permanente para ejercer un cargo público por su implicación en el conocido como caso Ruby, por el que estaba siendo juzgado por abuso de poder y prostitución de menores.
Hasta el propio político, de 76 años, se esperaba una sentencia similar después de 27 meses de instrucción y de 50 audiencias, que se falló ayer en Milán, y es que la fiscal Ilda Boccassini consideró «fuera de toda duda» que el exjefe de Gobierno mantuvo relaciones sexuales pagadas con Karima El Marough, más conocida como Ruby, cuando la joven marroquí aún no había cumplido los 18 años. Así, los jueces de la Sección Cuarta de lo Penal del Tribunal de Milán dictaminaron en primera instancia que el magnate de la comunicación es culpable de los delitos de abuso de poder y prostitución de menores, lo que conlleva pena de cárcel. De hecho, dictaminaron para él incluso un año más del que pedía el fiscal. Sin embargo, la inhabilitación para cargo público no será efectiva hasta que la sentencia sea firme, es decir, hasta que sea confirmada por la Corte Suprema de Casación italiana, según recogió la agencia de noticias italiana ADN Kronos.
El tribunal, integrado por tres mujeres, consideró probado que Berlusconi mantuvo relaciones sexuales con la joven Ruby el 14 de febrero y el 2 de mayo de 2010. En ese momento, el político era consciente de que ella era menor de edad, en contra de lo que argumentaba la defensa.
La sentencia contempla, además, que la joven de origen marroquí aceptó dinero del dueño de Telecinco, aunque reconoce que no está demostrado que fuera a cambio de favores sexuales.
En cuanto al delito de abuso de poder, el tribunal considera demostrado que en la noche del 27 al 28 de mayo de ese mismo año, Berlusconi, entonces aún primer ministro, llamó a los responsables de una comisaría de Milán para pedir la excarcelación de Ruby, detenida por un robo.
El abogado defensor de Berlusconi, Niccolò Ghedinino no tardó en declarar que una sentencia como ésta «se esperaba», pero apostilló que está «fuera de la realidad y de los procedimientos».
El letrado aseguró también que «la cuestión no es si se trata de una sentencia política o no política», y solo incidió, para terminar, en que no le sorprendía.
Mientras, al conocerse la decisión del Tribunal de Milán, una decena de manifestantes aplaudieron, y algunos incluso entonaron el himno de Italia para celebrar la condena del exprimer ministro.
Al margen de lo mediático que fue y que es este caso y de las páginas que ha llenado la relación de Berlusconi con sus bellinas, esta sentencia afecta al futuro político de Italia, ya de por sí inestable, pues deja a un precario Gobierno de coalición, pues el actual primer ministro, Enrico Letta, está sostenido por el partido del condenado, Pueblo de la Libertad (PDL) y el Partido Democrático (PD). Desde este grupo, aseguraron «tomar nota» y «respetar» el mandato judicial: «Como siempre, el PD expresa su máximo respeto por la decisión, del signo que sea, ya que el poder judicial tiene su propia autonomía».
El portavoz de Justicia del PD, Danilo Leva, advirtió asimismo en la página web de la formación de que el fallo «no puede ni debe» afectar a la «continuidad» del Gobierno, y volvió a recalcar que la formación «respeta» el fallo, «sin cometer el error de confundir el plano judicial con el político», instando al PDL a «bajar el tono» de sus reacciones.
