El presidente del PP, Mariano Rajoy, subió ayer a la tribuna del Congreso con la lección bien aprendida tras «las seis veces que el Gobierno ha rechazado ofertas de acuerdo», y no dispuesto a que, «como ha ocurrido tantas veces», las promesas del presidente del Ejecutivo sean solo papel mojado, porque luego «no hace nada».
De ahí que, tras reiterar que el jefe del Gabinete ha colocado a la economía española en «una situación límite» y ya no tiene «credibilidad» alguna, el líder popular insistiera en que cualquier posibilidad de acercamiento pasa de manera inexcusable por una «rectificación» profunda de sus políticas. El conservador emplazó pues al socialista a que se «deje de mesas» y sostuvo que el PP no se puede hacer «corresponsable» de la actual política económica, porque «sería un irresponsable».
No obstante, en ningún momento cerró la puerta al consenso, que, eso sí, pasaría por una serie de condiciones tales como dejar sin efecto las subidas de impuestos, disminuir un 25 por ciento el número de altos cargos, no exigir el pago de IVA hasta que la factura esté cobrada y reducir el gasto público en una cuantía mucho mayor que la prevista, concretamente, en 10.000 millones de euros solo este año.
Además, emplazó a Zapatero a que anunciara «aquí y ahora» que va a modificar «de forma inmediata la Ley General Presupuestaria para establecer techos de gasto y límites de endeudamiento a todas las administraciones públicas».
Millones de parados
Tras exponer sus planteamientos, el dirigente de Génova censuró al inquilino de Moncloa que acudiera ayer a la Cámara Baja a decir «lo de siempre», o sea, que la recuperación económica es «inminente» y que la creación de empleo está al «alcance de la mano».
Frente a dicho triunfalismo, el popular preguntó al jefe del Ejecutivo de qué «presume» cuando hay más de cuatro millones de parados y un millón de familias tienen a todos sus miembros desempleados.
En suma, incluso por encima de tales cifras objetivas, «lo más grave» es la «pérdida de confianza» en la forma de actuar de Zapatero, porque «no dice la verdad», «niega la realidad con afán de engañar» y «no hace nada de lo que debe hacer».
Rajoy recalcó que al socialista en «ningún momento» le ha faltado el apoyo de una mayoría parlamentaria en el Congreso y que «ha podido gobernar como ha querido». Y, por lo tanto, él es «el único responsable de la actual situación». De ahí que, en respuesta a la oferta de acuerdo del presidente del Gobierno, el líder del PP respondiera con el recordatorio de que le ha ofrecido a Moncloa hasta seis veces la posibilidad de ponerse de acuerdo para combatir la crisis y en esas seis ocasiones fue rechazado.
Promesas incumplidas
Para concretar aún más tales desplantes, desde Génova se recordó que, por ejemplo, el pasado 14 de octubre Zapatero y Rajoy acordaron a bombo y platillo la creación de una mesa de reformas estructurales que después no se ha materializado.
Además, resaltaron que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández De la Vega, anunció el pasado diciembre que el socialista llamaría al jefe de la oposición para mantener un encuentro, algo que tampoco se produjo.
Por todo ello, la cúpula del PP considera que la anunciada comisión para negociar durante los próximos dos meses un posible pacto es únicamente «un paripé» mediante el que el Gobierno busca tan solo «otra foto».
