La localidad de Campo de San Pedro cuenta con una de las fábricas de quesos más relevantes de la Comunidad, que con el nombre actual de Sheep Cheese SLL viene a ser la ‘heredera’ de Quesos Moncedillo, todo un emblema de la artesanía quesera en Castilla y León. Tras la jubilación de Joaquín Manchado, fundador y antiguo dueño, la maestra quesera Paz Villapecellín asumió el liderazgo de la empresa, marcando el inicio de una nueva era para la marca, creando una Sociedad Limitada Laboral que con la ayuda de la Junta, pero sobre todo con su esfuerzo personal, está dando sus frutos.
Villapecellín, acompañada de su hija, continúa con el compromiso de llevar los Quesos Moncedillo a lo más alto del sector gourmet. Este esfuerzo ya ha dado sus resultados, como demuestran los tres premios otorgados en 2023 por la Asociación de Artesanos Alimentarios de Castilla y León.
La fábrica no solo seguirá produciendo sus populares variedades de quesos —como el trufado, el rojo, el azul y el original—, sino que también es un espacio para la innovación, con el lanzamiento del ‘queso nube’ como ejemplo destacado. Este queso joven, inspirado en la textura suave de las nubes de chucherías, despierta gran interés entre los amantes de los productos lácteos artesanales.
Con esta nueva etapa, Quesos Moncedillo reafirma su compromiso con la calidad y la tradición, al tiempo que explora nuevas posibilidades para sorprender a los paladares más exigentes, y Paz se muestra “algo cansada, pero muy ilusionada” en esta nueva etapa en una empresa que conoce a la perfección puesto que ya estaba integrada en la misma en su anterior etapa.
P. ¿Empresa heredada o fundada?
R. Es heredada, sí. La marca comercial es Moncedillo, que son los quesos. Yo trabajaba aquí como maestra quesera. Joaquín era el propietario anteriormente y decidió que ya había terminado su proceso quesero y la puso en venta. Mi hija, que también estuvo trabajando unos meses justo a finales del año pasado para la campaña de Navidad, y yo nos planteamos quedárnosla. La forma jurídica que nos obligaron a hacer era una sociedad limitada laboral porque ya habíamos trabajado en la empresa y al ser algo como ‘heredado’, entre comillas, ha sido como una compra de todo el conjunto de negocio, incluida la marca y la carpeta de clientes. Entonces nos constituimos como sociedad limitada laboral.
La Sociedad Limitada Laboral nos exige que seamos tres socios en un plazo mínimo de dos años, por lo que el año que viene tendremos que meter a otro socio, que será mi otra hija. Al final se ha convertido en un negocio familiar.
P. ¿Asumieron un riesgo extraordinario?
R. Cierto, aunque era continuar prácticamente con lo que estaba haciendo, porque el anterior propietario se dedicaba más al cine, que era su carrera profesional. Estaba mucho tiempo fuera y era yo la que llevaba prácticamente el negocio y la producción. Es un salto importante, pero ya me relacionaba con los clientes, iba a ferias, y conocía a todos los contactos que tenemos de toda la península, de los de Estados Unidos. He estado prácticamente en todas las reuniones que ha habido, así que tampoco era un salto a lo desconocido, sino solo dedicar un poco más de tiempo a la labor comercial que Joaquín no podía atender por su trabajo.
P. Así que ahora sigue haciendo de todo, pero siendo la responsable.
R. Antes hacía los quesos, pero también preparaba los pedidos, hablaba con clientes, gestionaba todo el tema de albaranes, facturación… lo hacía prácticamente todo. Ahora sigo haciendo lo mismo, pero consta mi nombre en todos los lados.
P. ¿Los quesos de Moncedillo han obtenido premios internacionales?
R. Tenemos un oro a uno de los mejores quesos del mundo en el campeonato del 22-23, una plata también en el campeonato del 23-24 y el ‘Superoro’ como el mejor producto de Castilla y León del año pasado en el último certamen que se hizo.
“Que den una medalla a una quesería pequeña del Nordeste de Segovia en un campeonato del mundo en el que hay cerca de 5.000 referencias es muy gratificante”
P. Eso sin duda tiene que abrir puertas.
R. Por supuesto. En un campeonato del mundo hay cerca de 5.000 referencias de todos los países, así que el hecho de que den una medalla a una quesería tan pequeñita como la nuestra de un pueblo del nordeste de Segovia es muy gratificante.
P. ¿Hacia dónde exporta?
R. Trabajamos siempre con distribuidores pequeños, y también lo hacemos con el distribuidor en Estados Unidos, en Rogers Collection, y con Palacios en Alemania.
P. ¿Sheep Cheese puede crecer más?
R. Sí, aunque habría que contratar a más gente, porque todo el trabajo es muy manual y lleva muchísimo tiempo. Pero por supuesto que puede crecer. Además nosotros no dejamos de ir a ferias internacionales como Alimentaria en Barcelona o la Gourmet en Madrid. Este año hemos estado en Fromago, que es la de Zamora. Todo lo que sea crecer y avanzar es bienvenido.
P. ¿Hay trabajadores más allá de las dos socias?
R. No. Ahora somos nosotros dos solo, y estamos un poco agotadas, la verdad.
A efectos de distribución trabajamos un poco de todo, por ejemplo, a nivel comarcal tenemos un distribuidor que abarca toda la provincia de Segovia y incluso toca un poquito del norte de Madrid y de Ávila. A primeros de año vamos a trabajar con otros distribuidores con los que ya hemos hablado, de la parte de Palencia, Zamora, Valladolid. Tenemos proyectos en el norte del País Vasco y otro en Asturias, además de Valencia y quizá también en Andalucía, aunque es la parte que más se nos resiste, porque allí les gusta más un queso más fuerte y nosotros estamos más especializados en pastas blandas de leche oveja. Pero parece ser que las tendencias en el queso están cambiando. Ahora estos quesos blanditos se están poniendo de moda y ahí tenemos una puerta bastante importante por abrir. En Segovia repartimos a través del distribuidor, pero al resto de España es a través de transporte, de transporte en frío cuando hace falta y si hace mucho frío, pues en transporte normal.
P. ¿Y hay beneficios?
R. Es mi primer año, me he metido en mucho y seguramente no habrá beneficios, pero la empresa da para cubrir gastos perfectamente, incluso en todo el préstamo que me he metido. Hemos aumentado las ventas con respecto al año pasado, así que el futuro es esperanzador.
