Los gallegos llevaban años intentado convertir a Segovia en su quinta provincia, aunque eran conscientes que desde 1230 Galicia se incorporó a Castilla y que fue en la regia Segovia, allá por 1469, cuando se casó la reina castellana por excelencia en la Ciudad del Acueducto. Con este bagaje histórico a los del Camiño no les quedó otra que atraer a los segovianos por donde se consiguen las grandes victorias: por los sentidos; o sea, por la vista, por el gusto y, sobre todo, por los sabores. Y, a decir verdad, lo consiguieron con el montaje de la carpa Experiencias de Calidade de la Xunta, todo un lujo para los amantes de los productos gourmet atlánticos y de los destilados mundialmente conocidos que se elaboran en el noroeste español y que durante todo el fin de semana estuvo abierta en la Plaza del Ayuntamiento.
Vinos, quesos, embutidos, mieles, panadería…y como decimos los mejores destilados del mundo: Augardente de Galicia, Augardente de Herbas, Licor de Herbas, Licor de Café. Lo escribo en gallego porque creo que es necesario destacar el esfuerzo de calidade que ha realizado esta comunidad para situar esta bebida en lo más alto de la pirámide de alcoholes, tratados y mimados con esmero desde generaciones ancestrales.
El caso es que hice un viaje a través de estos destilados, que como no podía ser de otra forma tenía un apartado destacado en la citada carpa. De la mano de Sonia Otero, encargada del túnel del vino, pude recorrer (y catar) por la historia de las elaboraciones gallegas, algunas de ellas de una excelencia superior de difícil parangón. Fue una experiencia única, que abandoné, como hizo Thomas Mann en su inventario de vinos europeos, antes de caer en el hechizo de las meigas del orujo blanco y criado en viejas barricas, que haberlas haylas.
Carpa que también acogió a varias bodegas y denominaciones de origen de vino segovianas, en un intento de hermanar ambas culturas, que por los resultados seguro que lo consiguieron, ya que durante todo el fin de semana hubo un trasiego constante de gente, que no dudó en participar en las catas solidarias organizadas por la Fundación Caja Rural de Segovia.
¡Bueno!, en realidad, la presencia fantástica de Galicia en Segovia es obra de Beatriz Serrano, artífice de los Otoños Enológicos, que desde hacía varias ediciones buscaba que esta comunidad se involucrara en las actividades. Por primera vez, Experiencias de Calidade salía de su región para hacer patria chica en otra comunidad. ¡Benvido a Segovia!