El pasado jueves 3 de diciembre, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, los alumnos del ciclo formativo de Conducción de Actividades Físicas y Deportivas en el Medio Natural -que pertenece al CIFP Escuela de Capacitación y experiencias agrarias de Segovia-, participaron en una actividad formativa en la que aprendieron a utilizar la silla joelette y la barra direccional.
La silla joelette es un mecanismo todoterreno con una sola rueda que permite a cualquier persona con movilidad reducida o con diversidad funcional practicar el senderismo o participar en carreras con la ayuda de, al menos, dos acompañantes. Por su parte, la barra direccional se utiliza con personas con discapacidad visual que, guiados por dos personas en los extremos, son capaces de acceder a todo tipo de terreno. Con estas herramientas las personas con diferentes capacidades pueden superar cualquier obstáculo, desde ríos hasta piedras o raíces.
Esta actividad surge de combinar dos módulos que se imparten en el ciclo: uno de desplazamiento y estancia en el medio terrestre, impartido por Óscar Reñón, y otro de actividades físicas con personas con discapacidad, llevado a cabo por Roberto de Andrés. En esta ocasión han contado con la colaboración de Manuel Granados (Plasencia, Cáceres), que trabaja con diferentes asociaciones y está constantemente fomentando el uso de la silla joelette y de la barra direccional.
En esta formación, que se incluye dentro de los proyectos Aula Empresa de la Junta de Castilla y León que están financiados por el Fondo Social Europeo, participaron los 24 alumnos del ciclo. Dado que era la primera toma de contacto de los estudiantes con este tipo de material, no contaron con la presencia de ninguna persona con diversidad funcional, sino que se fueron turnando tanto en el uso de las herramientas como en el acompañamiento.
“A partir de ahora, ya sí que podrían aplicar los conocimientos aprendidos si se encuentran en una situación así”, afirma Óscar Reñón.
Los alumnos del ciclo, año tras año, realizan esta actividad. La novedad en esta edición pasa por que Manuel Granados aportó dos sillas joelette y varias barras direccionales.
Normalmente solo contaban con una silla cedida por la Federación de Montaña de Castilla y León y tres o cuatro barras direccionales. Esto ha permitido que todos los alumnos estuviesen en alguno de los puestos requeridos durante todo el tiempo que han durado las actividades, lo cual les ha permitido coger una mayor soltura para poder aplicar los conocimientos en un futuro.
“Nuestra intención es poder realizar esta actividad de forma oficial con personas con diversidad funcional en un futuro próximo”, declara Óscar Reñón. Todos los años colaboran activamente con asociaciones como Apadefim y con el colegio Nuestra Señora. Con ellos realizan diferentes actividades como senderismo o hipoterapia.
