La Semana Europea de la Movilidad es una iniciativa dirigida a sensibilizar, tanto a los responsables políticos como a los ciudadanos europeos, sobre las consecuencias negativas que tiene el uso excesivo del coche en la ciudad para la salud y el medio ambiente. Al mismo tiempo, recuerda los beneficios que conlleva el uso de transportes sostenibles como la bicicleta o los desplazamientos a pie. En este marco, la SEM tiene por objeto contribuir a la búsqueda de nuevas soluciones que permitan reducir los problemas derivados del transporte, a través del intercambio de experiencias entre los distintos municipios que participan en la misma a nivel europeo.
La Semana Europea de la Movilidad, que se celebra cada año del 16 al 22 de septiembre, pone el foco este año en las conexiones, bajo la temática “Conectando mejor”. La Confederación española de Personas con Discapacidad física y orgánica (COCEMFE) se adhiere a la celebración con el lema “mejores conexiones: ciudad-ruralidad” con el objetivo de promover la interconexión tanto entre ciudades y municipios, como entre las propias localidades de estos territorios rurales, a través de la accesibilidad en el transporte público y en todos los elementos que permiten a este grupo social tener una movilidad plena para todas las personas, sin excepción, en su entorno.
En la Asamblea europea de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad –Frater Europa- que hemos celebrado los últimos días de Agosto en Segovia, comentábamos que en los once países europeos en que está presente Frater, se han dado pasos significativos en la inclusión social de las personas con discapacidad, concretamente a nivel de cuota en puestos de trabajo, subsidios sociales y ayudas técnicas para material y equipos específicos. Sin embargo, todavía existen muchas barreras arquitectónicas, mentales, sociales y laborales, al tiempo que detectábamos la existencia de importantes bolsas de pobreza en el sector de las personas/familias con discapacidad que viven bajo el umbral de la pobreza. Una situación que, al igual que el resto de la sociedad, se ha visto agravada con la pandemia. Siendo las mujeres con discapacidad quienes se encuentran en peor situación.
Las personas con discapacidad que residen en el medio rural se enfrentan a importantes distancias y, por ende, desplazamientos, para llegar a acceder a servicios básicos y esenciales como son la educación, el ocio o la atención social y sanitaria. Con esta realidad, la accesibilidad y los medios de transporte públicos se convierten en elementos estratégicos para fomentar la inclusión social de las personas con discapacidad en el mundo rural.
El medio rural presenta carencias generales de accesibilidad en el transporte público, así como de protocolos de atención a las personas con discapacidad para garantizar su uso en igualdad de condiciones. Por eso, en la medida en que se pueda hacer uso del transporte público de una manera fluida sin que se rompa la cadena de la accesibilidad, las comunidades serán más inclusivas, a la vez que se reducen las desigualdades territoriales.
“Necesitamos una movilidad interconectada con criterios de calidad, seguridad y accesibilidad universal”, afirma el presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga, destacando la importancia de remover todas las barreras que impiden acceder a las personas con movilidad reducida al transporte público en igualdad de condiciones. “La falta de accesibilidad en las interconexiones perjudica a las personas con discapacidad y especialmente a las que viven en el medio rural, donde existen mayores desventajas y factores de discriminación propios del medio rural, que limitan la llegada de recursos”, concluye.
Considerar a las personas con discapacidad únicamente como sujetos de la ayuda y la solidaridad de las otras es abrir la puerta al paternalismo y olvidar que también ellas, son generadoras de bienes, valores y recursos que benefician a todos. De ahí la importancia de la accesibilidad como un mecanismo imprescindible para que las personas con discapacidad puedan desarrollarse de manera autónoma, tanto en el mundo rural, en el que viven, como con el resto de la sociedad. En la Asamblea europea de Frater concluíamos que “juntos somos todos más humanos, más hermanos y más cristianos”. A ello contribuirán unas mejores interconexiones accesibles.
