El sello de excelencia en microfinanzas por su nivel de alcance a los pobres y su poder transformativo, el instrumento impulsado por la Campaña de la Cumbre Mundial del Microcrédito con el que se pretende certificar de forma objetiva y universal el trabajo de las organizaciones del sector se empezará a utilizar de forma experimental dentro de medio año en seis organizaciones de microfinanzas «para ver cómo funciona». Si los resultados de esta experiencia piloto son satisfactorios, se irá implantando de forma progresiva.
Así lo expuso ayer en Valladolid Frances Sinha, directora de EDA Rural Systems (India) y autora del estudio para implantar esta certificación, en la primera sesión plenaria, en la que explicó que el sello busca encontrar fórmulas para medir el nivel inicial de los clientes y la transformación en sus vidas tras la consecución de un préstamo de este tipo para desarrollar alguna actividad productiva. La sesión, presidida por el presidente de la Fundación Microfinanzas BBVA, Manuel Méndez del Río, contó también con la participación de la presidenta del Foro Latinoamericano y del Caribe de Finanzas Rurales (México), Isabel Cruz; la directora ejecutiva de Fonkoze Financial Services (Haití), Anne Hastings; el investigador del Freedom from Hunger (EEUU) Christopher Dunford, y el director general de The Small Enterprise Foundation (Sudáfrica), John de Wit.
Todos reconocieron que las microfinanzas están pasando por una crisis de credibilidad y apoyaron que para hacerle frente es necesario hallar una fórmula de medir cómo el trabajo de las organizaciones mejora la calidad de vida de las familias más pobres del mundo no sólo a través de servicios financieros, sino de otros relacionados con la educación, la salud o el desarrollo empresarial, y así reconocer cuáles son las «estrategias efectivas en la lucha contra la pobreza».
«Tenemos mucho trabajo ahora por delante», aseveró Sinha, quien comentó que, tras la cumbre, se reunirán durante dos días en Valladolid los integrantes del comité directivo y del comité técnico que está analizando qué indicadores se van a utilizar dentro del sello de excelencia para intentar avanzar en cuestiones concretas sobre su implantación.
20.000 personas dejan de pedir.- Siete expertos profundizaron en la V Cumbre del Microcrédito en los diferentes programas que desarrollan sus organizaciones a través de las microfinanzas. Muhammad Yunus explicó la labor del Banco Grameen en su país, basada principalmente en otorgar créditos a los más pobres para que puedan emprender, sin tipos de interés ni tampoco plazos de pago. «Con ello, buscamos la tranquilidad para que salgan adelante de la ultrapobreza y se sientan cómodos para desarrollar sus actividades», dijo. En la mesa redonda ‘Una mirada más profunda a los programas que trabajan con la pobreza extrema: Desde los programas de redes de seguridad hasta otras innovaciones’, a la que asistió como público la reina Sofía, Yunus destacó ante todo que el problema en Bangladesh, donde trabaja principalmente su organización, es que hay 100.000 personas pidiendo a la vez, si bien informó de que en los últimos años 20.000 ya no lo necesitan gracias a su apoyo. «Ahora se han convertido en vendedores, en lugar de pedigüeños», comentó Yunus, quien explicó que otro de los problemas es que es difícil crear una campaña de distribución, algo que Banco Grameen está desarrollando a través de una red compuesta por gente pobre.
Asimismo, destacó la alianza estratégica que tienen con una compañía japonesa para distribuir compresas para las mujeres casa por casa, ya que «la gente siente vergüenza al comprarlas porque nunca han hablado de estos con nadie». Además, se comercializa ropa para niños en tiendas en Nueva York o Moscú y cuyos beneficios repercute en estas personas. El próximo proyecto es crear una cadena de restaurantes, gracias a un acuerdo con otra firma nipona, para facilitar «comida sencilla». «Se formará a toda una familia para que se conviertan en buenos cocineros. Se financiará a través de préstamos y estarán un periodo de tiempo con formadores, y luego ellos, cuando hayan pagado la financiación, serán los propietarios de los establecimientos», comentó Yunus, quien señaló que el chef español José Andrés firmó un convenio con ellos para formar a jóvenes que después serán los propietarios.
La mesa estuvo presidida por la analista de microfinanzas francesa Aude de Monstesquiou.
