Segovia is different. Ya lo dijo el jurado de la Capitalidad Cultural Europea cuando visitó la ciudad, el pasado jueves. En una ciudad en la que un candidato, el centrista José Antonio López Arranz, llegó a la Alcaldía con apenas 2.005 votos (1999-2003), puede suceder cualquier cosa. Lo que sería evidente en cualquier otro lugar de la geografía española, un acuerdo entre las fuerzas de izquierda, PSOE e IU, para impedir un gobierno municipal de la derecha, del PP, en Segovia no lo es tanto.
Las elecciones del 22 de mayo no acabaron la noche electoral. El PP ganó los comicios, aunque con escasos 109 votos de ventaja con respecto al PSOE. Ambos han logrado 12 concejales e IU, con un solo edil, Luis Peñalosa, tiene la llave del Ayuntamiento. El 11 de junio se celebrará el pleno de investidura y el nombre de la persona que ocupará la Alcaldía, a seis días de la elección, es todavía una incógnita.
Los partidos juegan la prórroga de las elecciones y el pulso por la Alcaldía se mantendrá hasta el último segundo. Las conversaciones entre PSOE e IU están rotas. Y el PP se mantiene a la expectativa, reclamando el gobierno por ser la fuerza más votada. Y ya se sabe, a río revuelto, ganancia de pescadores.
El alcalde en funciones y candidato socialista, Pedro Arahuetes, guarda silencio. Sus actitudes denotan que no quiere la Alcaldía a cualquier precio. Según ha podido saber este diario, por fuentes próximas a IU, Arahuetes y Peñalosa mantuvieron un primer encuentro, a pocos días de los comicios, en el que el concejal electo de IU planteó las condiciones de la coalición para apoyar su investidura. Desde retirar el proyecto del parking de Los Tilos y el Plan Especial de Áreas Históricas hasta otras más inusuales, relacionadas con la presencia del Ayuntamiento en los principales actos religiosos que se celebran en la ciudad.
Al parecer, de ese primer contacto, que las partes han querido mantener en el más absoluto secretismo, no hubo acuerdo alguno, ni siquiera una leve aproximación. Arahuetes no se quiso plegar a las condiciones de Peñalosa y así lo insinuó, días después, en la red social Facebook: «Es mejor morir de pie, que vivir de rodillas».
A sus más íntimos, el candidato socialista aseguró que no estaba dispuesto a asumir las pretensiones de IU. Una muestra de que Arahuetes se ve hoy fuera de la Alcaldía es, según algunas fuentes, que ya tiene varias cajas en su despacho donde va guardando sus objetos personales por si el día 11 de junio debe realizar la mudanza.
Después, la falta de respuestas del PSOE encendió a IU, y, más concretamente, a su coordinador provincial, José Ángel Frías, molesto por el «descaro y arrogancia», según dijo, de los socialistas, dado que, en su opinión, el PSOE daba por hecho el apoyo de IU y no estaba tomando en serio a la coalición. Entre tanto, el coordinador regional de IU, José María González, y el secretario general del PSCYL-PSOE, Óscar López, alcanzan un acuerdo para establecer vías de diálogo, en la convicción mutua de que ambas fuerzas debían impedir que el PP, en la persona de Jesús Postigo, obtuviera el bastón de mando.
Ante la postura inamovible de un Arahuetes aferrado a sus principios de no ceder a las pretensiones de IU, el secretario provincial del PSOE, Juan Luis Gordo, entró en escena. El dirigente socialista planteó una reunión con Frías el primer fin de semana después de las elecciones. El coordinador provincial de IU, que vió pasar los días tras el 22-M sin recibir una llamada de Gordo, le comunicó a éste la imposibilidad de acudir por motivos personales. Y se anunció el aplazamiento del inicio de las conversaciones. Gordo y Frías se intercambian correos electrónicos, en los que el dirigente de IU advirtió al socialista que el PSOE estaba allanando el camino al PP.
Finalmente, ambos se citaron el pasado jueves en un restaurante del centro de la capital, aunque, ante la presencia de varios reporteros gráficos, Gordo trasladó el encuentro a la sede del PSOE, donde, esta vez, sí se permitió la entrada de los fotógrafos.
Con la presencia del presidente del PSOE de Segovia, Javier Reguera, aquel primer encuentro estuvo cargado de tensión. Frías lo desvelaría después en rueda de prensa. «Me dijo que lo suyo era que cogiéramos una concejalía y yo le respondí —dice Frías— que IU ya tenía todas, porque para aprobar los presupuestos hacen falta 13 votos, le dije que el control absoluto es de IU y que cuando se abra el Ayuntamiento por la mañana se lo tenían que comunicar a Peñalosa y cuando se cerrara también». Según Frías, Gordo le comentó que IU quería bloquear el Ayuntamiento y «yo le respondí que no quería ir a la cárcel por gobernar con vosotros».
Pese a la alta tensión de aquel primer encuentro, ambos se citaron al día siguiente, a las seis de la tarde, en la sede del PSOE para iniciar las negociaciones. Por la noche, tuvo lugar el consejo político provincial de IU y, al día siguiente por la mañana Frías convocó una rueda de prensa en la que ya anunció que los dirigentes de IU no se iban a presentar en la reunión, prevista para por la tarde.
Condiciones
El coordinador de IU puso dos condiciones: que participara como interlocutor Arahuetes y que el PSOE presentara un modelo de ciudad de izquierdas para debatir, en tanto que el documento que le presentó Gordo el día anterior huele a neoliberalismo puro y duro». En aquella rueda de prensa, Frías aseguró que la situación era la de un retrete «lleno de mierda» y que IU tenía la llave para tirar de la cadena. IU no se presentó a la reunión y Gordo pidió cordura, además de advertir que los socialistas no aceptarían imposiciones.
Al día siguiente, sábado, IU de Castilla y León pidió disculpas por las declaraciones de Frías y aseguró que, pese a que la coalición no facilitará la llegada de un alcalde del PP, no iba a dar un «cheque en blanco a los socialistas. El líder regional, José María González, confirmó que las negociaciones estaban rotas, aunque al mismo tiempo admitió que, por parte de IU, había voluntad de reconducirlas.
Todo hace suponer que en los días que quedan, PSOE e IU volverán a sentarse a negociar, aunque en las filas socialistas reina una profunda preocupación. Frías tiene previsto convocar en las próximas horas una reunión de la presidencia provincial de IU y, previsiblemente, una asamblea de afiliados de IU. El pulso por la Alcaldía se mantendrá toda la semana, aunque no hay pocos que apuntan que hasta el mismo día 11 no se sabrá el nombre del futuro alcalde.
