Siete días después del ‘cataclismo’ que supuso para la Gimnástica Segoviana el cese de Manu González, el conjunto azulgrana vuelve a examinarse en el campo de La Albuera, cada vez un poco más presionado por aquello de que la clasificación no engaña, y después de 36 jornadas refleja que el equipo es uno de los peores de la categoría.
Más allá de las razones que han puesto a la Segoviana en la antepenúltima plaza de la clasificación, entre las que se encuentra en primer lugar la absoluta falta de contundencia en el área rival, la evidencia clasificatoria hacía necesario un cambio de dirección que la Junta Directiva dio con decisión al incorporar a Ramsés en lugar de Manu González.
El nuevo técnico gimnástico, un motivador nato y un estudioso del balón parado como demostró en su etapa como segundo entrenador del equipo, coge el timón del equipo tratando de inculcar a la plantilla toda su confianza, pero también pidiendo el paso adelante que la Segoviana no ha terminado de dar. Como bien señaló Manu, el capitán azulgrana en la previa del partido, “no hemos hecho el trabajo de manera correcta”. Y el momento para cambiar esa dinámica es ahora, porque el tiempo se acaba.
Un ‘Compos’ en mal momento
El rival que saltará al campo de La Albuera a partir de las cinco de la tarde será el Compostela, uno de los favoritos para el ascenso a Primera RFEF que atraviesa actualmente su peor momento de la temporada después de haber sumado un solo punto en los últimos tres partidos, precisamente ante directos rivales de la Gimnástica Segoviana en la pelea por la permanencia.
Arenteiro, Marino y Llanera consiguieron ‘rascar’ ante el conjunto que entrena Rodri, que gusta de tener la posesión del balón y ataca muy bien por fuera, con extremos muy incisivos y que saben abrir el campo, pero que en los últimos encuentros ha entrado en una dinámica de ‘dejarse ir’ que le ha llevado a una pequeña crisis que puede dar una oportunidad a la Segoviana de sumar puntos.
Puntúa en dos de cada tres
La Segoviana ha puntuado en dos de cada tres partidos que ha disputado en el campo de La Albuera, y es ese buen hacer como local el que todavía le proporciona un hilo de esperanza para pensar en que salvar la categoría es factible. Desde que el Bergantiños venciera en Segovia con un gol en los minutos finales, al igual que hizo el Móstoles pocas jornadas antes, el equipo azulgrana suma cuatro meses sin conocer la derrota como local, con un balance de tres victorias y tres empates.
El entrenador gimnástico ya apuntó a que no habrá revoluciones en el equipo con apenas una semana de entrenamientos, aunque es posible que en algunos apartados ya se empiece a notar su mano. Adrián, Szymanowski y Diego Gómez continúan de baja, por lo que Ramsés no tendrá que hacer ningún descarte por decisión técnica. En el Compostela no estarán ni el lesionado Parapar, ni el sancionado Roque.
