Ni la crisis económica, a la que el sector turístico segoviano parece estar escapando a tenor de los últimos datos hechos públicos por el Ayuntamiento, ni el mal tiempo. Casi nada consigue que Segovia, una de las ciudades por excelencia del turismo de interior, por su valor monumental, cultural y gastronómico, se quede vacía en un puente y estos días de asueto coincidiendo con el 12 de octubre no han sido menos.
La concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, explicaba ayer que la ciudad “está llena, con un índice de ocupación en los hoteles que en la noche del domingo estuvo en torno al noventa por ciento, con mucha gente en el Centro de Recepción de Visitantes y todas las visitas que se han ofertado con las plazas agotadas”.
Así, el domingo la visita Segovia Patrimonio de la Humanidad contó con tres grupos; la visita guiada a la Judería, por la tarde, con dos más; y la visita dinamizada infantil tuvo que salir con dos guías, ya que había casi 50 niños inscritos. También se completó la actividad ‘Domingos de Patrimonio’, con el Alcázar como protagonista.
El presidente de la Agrupación Industrial Hosteleros Segovianos, Cándido López Cuerdo, explicaba ayer que tras un inicio de ‘puente’, el sábado, un poco más flojo de lo previsto debido al mal tiempo y a los atascos que se produjeron en muchas carreteras durante la operación salida, el domingo, que ya se esperaba la jornada más fuerte, se trabajó a buen nivel, coincidiendo además con un día más agradable en lo climatológico.
“Lo cierto es que la climatología no ha acompañado, pero ha habido bastante público, sobre todo el domingo; ayer lunes, pese a ser la jornada central del ‘puente’, para muchas personas era día laborable, y el tiempo no acompañó tampoco; a pesar de ello, también hubo bastante gente”, explicó López Cuerdo a esta Redacción.
El presidente de los hosteleros, que hoy espera una jornada tranquila, ya de retorno, añadió que, con el mal tiempo, “sobre todo se resiente el gasto por visitante, porque si hace bueno, la gente pasea, consume en las terrazas, entra en los comercios… pero si llueve hace una visita rápida, comen y en muchos casos se vuelven a casa”.
