Segovia no ha alcanzado, en lo que va de verano, temperaturas tan altas que permitan hablar de “ola de calor” en la capital. Según han informado desde el Observatorio Meteorológico de Segovia, se puede decir que hay una “ola de calor” en la capital cuando se superan los 37 grados. Hasta ayer la máxima de este verano se registró el pasado domingo 26 de julio, cuando los termómetros llegaron hasta los 36,5 grados. La segunda temperatura más elevada que se ha alcando este verano fue el martes 21 de julio, con 34,8 grados.
Estas temperaturas se consideran normales en Segovia en estas fechas. Así, el año pasado tampoco hubo “ola de calor” en la capital. Sin embargo, en 2007 se llegaron hasta los 37,5 grados en el mes de agosto; en 2005 hasta los 37,5 también en agosto; y en 2008 se registraron 38,3 grados en el mismo mes.
Lo más característico de este verano es que a lo largo del mes de julio se han producido varios perídos seguidos de calor, con varios días con temperaturas por encima de los 33 grados. Así, los días 25 y 26 se alcanzaron hasta 33 grados, al igual que los días 11, 12 y 13, y los días 19, 20 y 21 las máximas se situaron por encima de los 30 grados.
También es normal en Segovia que por la noche las temperaturas mínimas refresquen bastante el ambiente. Tan sólo el día 21 de julio la mínima no bajó de los 20 grados. El resto de jornadas, las temperaturas bajas estuvieron por debajo de esos números, alcanzándose las mínima más baja el 18 de julio, con 6,6 grados.
En relación a los números registrados esta semana, después del calor sofocante del domingo, el lunes la máxima fue de 29,2 grados, mientras que ayer se esperaba una máxima de 34 grados. De cara el resto de días, hoy se mantendrán los termómetros en lo alto, con unos 33-34 grados. Para mañana el Observatorio Meteorológico prevé un descenso, con una temperatura máxima de 29 grados, elevándose ya para el fin de semana, con una previsión en torno a los 30 grados para todos los días.
Para estos días de calor se aconseja: refrescarse cada vez que se necesite; beber agua abundantemente; protegerse de la exposición directa al sol; evitar la realización de esfuerzos físicos en las horas de más calor; permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados; usar ropa clara, ligera y que deje transpirar; y tener en cuenta que las altas temperaturas afectan especialmente a niños, mayores y enfermos crónicos.
