Hace ahora casi cuatro años, el 22 de noviembre de 2014, el diario El Mundo publicó una noticia con el titular: “Detectan por primera vez en España una avispa asiática que devora abejas”. El artículo hacía referencia al llamado avispón asiático (Vespa velutina), una avispa procedente de Asia que, al parecer, entró en Francia en 2004 a través de un contenedor de madera que había llegado al puerto de Burdeos. Tras una rápida expansión por el país vecino, en 2010 se confirmó su llegada, por los Pirineos, a la Península Ibérica. Y desde entonces ha seguido incrementando su área de distribución. Los estudios realizados concluyen que el avance se produce a un ritmo de entre 60 y 100 kilómetros al año.
El reciente descubrimiento, este mismo mes de octubre, de varios ejemplares de avispón asiático en la provincia de Burgos —en concreto, en el Valle de Mena y en Espinosa de los Monteros— supone la entrada de esta avispa en Castilla y León, con la amenaza que ello supone para el sector apícola. Con el hallazgo de Burgos, “se ha demostrado que la Vespa velutina no solamente se ha adaptado a zonas de baja altitud y cálidas, como las que están a nivel de mar, sino también a otras áreas más altas y con climas más extremos”, señalaba el responsable de apicultura de la UCCL, Juan Carlos Pérez. La voracidad del avispón asiático —se calcula que 30 ejemplares pueden matar en tres horas a más de 30.000 abejas— preocupa a los apicultores, que advierten que “como no se ponga freno al avispón, los daños económicos serán muy altos”.
Segovia está libre de Vespa velutina. “De momento”, subraya Pérez, quien no descarta que a medio plazo acaben entrando ejemplares en la provincia. De hecho, en la página web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ya se reconoce que “según algunos expertos, podría extenderse a toda la Península en pocos años”.
Pérez, quien hoy mantendrá una reunión con representantes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en Valladolid para analizar el problema, reclamará un plan de actuación similar al que ya se aplica en Cataluña, de detección y eliminación del avispón asiático. “Hace falta sujetar su expansión, espero que la Junta sea sensible al problema y acepte nuestra petición”, declaró Pérez.
