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Segovia evoca la figura del obispo Palenzuela como ‘un hombre de fe’

por Redacción
23 de febrero de 2010
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Escuchar por boca de todo un “príncipe de la Iglesia” reconocer el magisterio moral e intelectual de un humilde obispo de provincias sobre su trabajo es todo un ejercicio de humildad del que ayer fueron testigos las casi un millar de personas que asistieron ayer al homenaje que la diócesis de Segovia tributó al obispo Antonio Palenzuela con ocasión de la conmemoración del 40 aniversario de su consagración episcopal.

El cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congergación para el Culto Divino de la Santa Sede fue el encargado de glosar la vida y la obra de monseñor Palenzuela, con el que compartió durante casi diez años trabajo y amistad en su labor al frente de la comisión episcopal para la Doctrina de la Fe, en un retrato sincero, y en ocasiones emocionado del que fuera su maestro y amigo.

La capilla del Santísimo de la Catedral, a escaso metros de donde descansan los restos mortales del obispo Palenzuela, fallecido en 2003, fue el marco elegido para la conferencia en la que el cardenal Cañizares diseccionó la labor pastoral e intelectual del prelado segoviano, así como su faceta humana.

En un breve resumen de su intervención, realizada ante los periodistas que le esperaban a la entrada de la Catedral, Cañizares definió a Palenzuela como “un hombre de dios, un hombre de fe, un hombre de esperanza que suscitó esperanza, un hombre muy libre , y un hombre de la verdad y por eso fue un buen servidor de los hombres”.

Además, añadió que Palenzuela “fue un hombre que anunció en todo momento a Dios y que situó a Dios por encima de todo, y se adelantó al análisis de la situación actual de laicismo radical, un olvido de Dios y una quiebra del hombre”.

Estas frases constituyeron el esquema de su posterior intervención desde el altar mayor de la Capilla del Santísimo, donde ante una fotografía que evocaba la característica imagen de Palenzuela, el cardenal reconoció sentirse “privilegiado” por haber “gozado de su cercanía, amistad y enseñanza durante muchos años”.

El cardenal aseguró que el obispo Palenzuela “fue siempre un hombre de Iglesia, a la que sirvió de manera entregada, fiel y prudente haciendo de su vida un “aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”.

En este sentido, señaló que Palenzuela “perteneció a la generación de obispos del postconcilio que se empeñaron con determinación y valentía en la aplicación de las enseñanzas del Concilio Vaticano II”, y aseguró que el prelado segoviano entendió esta renovación “no como un cambio en las estructuras, sino como un cambio interior para hacer posible el Evangelio en un mundo dañado por el olvido de Dios y marcado por la quiebra de una humanidad que pretende vivir como si Dios no existiera”.

Otra de las características subrayadas por Cañizares fue la plena identificación del obispo que ha permanecido más tiempo en la sede episcopal de Segovia (1970-1995) con el mensaje evangélico, y aseguró que “confiando en la fuerza de la verdad no se plegó nunca a la diplomacia de las componendas ni se vio mezclado en intrigas ni cálculos, sino con su actitud buscaba siempre anunciar a Jesucristo”.

El cardenal también quiso referirse a su faceta como intelectual y teólogo, y valoró de forma muy especial su trabajo en las facetas catequéticas de la transmisión de la fe. Sobre este aspecto, aseguró que la catequesis española “necesita volver a recuperar sus enseñanzas, porque hacer cristianos es lo que hace un cristiano”.

Una larga ovación rubricó la intervención del cardenal Cañizares, que dio paso al concierto del grupo coral “Congregamini et Psallite”, cuya última pieza fue interpretada a modo de responso en la capilla de San Antón, donde descansan los restos mortales del obispo que marcó el punto de inflexión hacia un nuevo concepto de vida eclesial en la provincia.

La sociedad respalda el homenaje a Palenzuela

Lejos de ser un acto estrictamente religioso, el homenaje diocesano a Antonio Palenzuela constituyó ayer una verdadera manifestación del cariño y el afecto que los segovianos profesan todavía hacia “Don Antonio”, sintetizado en la presencia de una amplia representación de las autoridades locales y provinciales, así como la gran mayoría de sacerdotes diocesanos y representantes de organizaciones y movimientos religiosos que, en su día, trabajaron codo con codo con Palenzuela; así como el obispo emérito de Segovia, Luis Gutiérrez —que le sucedió en la sede episcopal— y el actual prelado de la diócesis Angel Rubio que ejerció como eficaz maestro de ceremonias de los actos.

Aunque quiso dar el lógico protagonismo de la jornada al cardenal Cañizares, monseñor Rubio no desaprovechó la oportunidad para recordar también la figura de su homólogo, al que definió como “un hombre bueno y una de las inteligencias mejor formadas de la Iglesia de su tiempo”.

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Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

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