Declan Joyce nació en Clevveland (Ohio, EEUU) en 1970. De padres irlandeses, ha pasado casi toda su vida a caballo entre América del Norte e Irlanda. Comenzó a hacer teatro con tan sólo 7 años, en la escuela, y en el instituto continuó con su crecimiento artístico participando en numerosos festivales de humor. Fue en 1991 cuando los devenires de la vida le hicieron llegar en Segovia., pues quería aprender el castellano a la perfección.
Su bellleza le enamoró desde el primer instante, y el carácter abierto de los españoles le causó tanta fascinación, que se quedó a vivir en la ciudad durante tres años. Viajaba diariamente a Madrid, donde estudiaba español en la Escuela Oficial de Idiomas.
Consiguió manejar el idioma fluidamente, conoció otras ciudades del país, pero sobretodo, hizo muchos amigos. “Aún hoy, mis mejores amigos son españoles, nadie te trata tan bien como ellos, son gente maravillosa”.
Su aventura en el cine llegó una década después de abandonar Segovia. En 2003, el director Lee Madsen se fijó en él para realizar un pequeño papel en la película ‘Pledge of Allegiance’. Desde entonces, ha participado en 17 películas como actor secundario, y ha sido productor de otros siete títulos.
Tanto le prendó España, Segovia en particular, que Joyce se ha propuesto una meta, y asegura que no va a parar hasta alcanzarla: quiere grabar una película en Segovia (aunque también grabaría algunas escenas en Madrid, ciudad muy importante para él).
Así pues, regresó el pasado mes de julio a la ciudad donde pasó los mejores años de su juventud, Segovia, para comenzar con su sueño. En su segunda instancia en la ciudad, la recorrió de arriba a abajo buscando escenarios para la película y fue a pedir asesoramiento a la Oficina de Cine de Segovia, ubicada en la Calle de la Judería Vieja, donde admite que le trataron fenomenal, como siempre que viene a España.
No obstante, tuvo que abandonar la ciudad tras pocos días porque recibió una petición muy especial. Su amigo Bono, el vocalista del grupo irlandés U2, le invitó personalmente a un concierto de su fin de gira en Pittsburgh, Pennsylvania, por lo que tuvo que marcharse de Segovia. Aún así, su intención es volver pronto si consigue sacar el proyecto adelante.
Desde la ciudad en la que reside actualmente, Malibu (California), asegura que seguirá moviendo los hilos para poder grabar la película aquí. “La haré me cueste el esfuerzo que me cueste, es un sueño para mi. Mel Gibson tardó más de veinte años en lograr hacer La Pasión de Cristo”.El film que Joyce tiene en mente sería un thriller psicológico, que aún no tiene un título definitivo.
Se confiesa seguidor habitual del cine español, y desea trabajar algún día con el manchego Pedro Almodóvar. Su actor patrio favorito es el teatral Rafael Álvarez el Brujo, también amigo personal suyo.
