No, no es Marte; es Segovia, que ha amanecido hoy con un manto de polvo en suspensión procedente del desierto del Sáhara que ha teñido de naranja sus calles, tejados, coches y, en general, todo aquello expuesto a la intemperie, dejando una imagen casi apocalíptica; un episodio que está provocado por los vientos de la borrasca Celia, que inyecta aire procedente del continente africano y da lugar a estas ‘lluvias de barro’.
Además, el Sistema Central de Segovia sigue en alerta este martes por fuertes rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora. El aviso es de nivel amarillo, el de menor riesgo, que no afecta a la seguridad de las personas pero sí a la hora de hacer alguna actividad concreta. La calima conllevará un aumento de las temperaturas, notable en las máximas.

Desde la Agencia estatal de Meteorología (Aemet) han advertido de que lo más significativo de la entrada de polvo en suspensión es que empeora la calidad del aire que se respira. En áreas de la provincia de Segovia la calidad del aire es «muy desfavorable» o «desfavorable» por las partículas PM10 en suspensión, de tamaño inferior a 10 micras y que afecta seriamente a la salud. En algunas zonas del nordeste de Segovia la calidad del aire es «regular» o «razonablemente buena», según los últimos datos del Índice de Calidad del Aire en España (ICA).
La delegación autonómica de la Aemet ha señalado que la intrusión continuará en los próximos días de forma significativa. De hecho, la previsión es que mañana la calidad del aire empeore en algunas zonas de la provincia, debido a que el episodio de polvo procedente del desierto del Sáhara se irá extendiendo de sur a norte por el este del país, impulsado por los vientos generados por la borrasca Celia.
En algunas zonas de la Comunidad, como el centro de la provincia de León, norte y sudeste de Zamora y sur de Ávila, la calidad del aire ha alcanzado o alcanzará a lo largo del día niveles “extremadamente desfavorables”. En todo caso, la peor parte se lo llevarán Madrid y Toledo, además del sudeste peninsular, con lluvias de barrio muy notables.

La calima consiste en la disminución de la visibilidad por la presencia de partículas secas (en contraposición con la bruma o niebla, compuestas por acuosas). Cuando las lluvias y nevadas arrastran polvo hasta la superficie, se dice que hay una deposición húmeda del polvo. Son las conocidas como ‘lluvias de barro’, que en algunos casos ya se han registrado esta madrugada en Castilla y León.
Recomendaciones
Este empeoramiento conlleva una serie de recomendaciones para la salud, como reducir toda la actividad al aire libre o posponerlas para cuando la calidad del aire sea buena o razonablemente buena, así como el uso de protección adecuada para los trabajos que deban ser realizados al aire libre.
Además, para grupos de riesgo y personas sensibles se recomienda evitar la estancia prolongada al aire libre, seguir el plan de tratamiento médico meticulosamente y acudir a un servicio de urgencias si el estado de salud empeora. Las personas con asma o enfermedades respiratorias deben seguir cuidadosamente su plan de medicación. Las personas con problemas del corazón pueden experimentar palpitaciones, dificultad en la respiración o fatiga inusual.
Además, desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente recomiendan también evitar el desarrollo de acciones tales como la quema al aire libre de restos vegetales y en general cualquier actividad que pueda provocar la emisión de partículas con objeto de minimizar los efectos de este episodio.
