En el palacete segoviano de don Ezequiel González había doce cuadros pintados por Emilio Soubrier, un pintor francés que llegó a España en compañía de un compatriota llamado Heraclio Fournier. Ambos recalaron en Vitoria, donde Emilio ejerció como profesor de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios y Heraclio fundó una fábrica de barajas.
Como ésta le iba bien, quiso innovar y pidió a dos profesores de la Escuela, al mismo Soubrier y a un guipuzcoano apellidado Olano, que diseñaran una baraja nueva. Lo hicieron y tuvo tal éxito que 150 años después sigue fabricándose.
¿Han adivinado cuál es esa baraja? No tienen más que mirar la más usual y verán el nombre de Heraclio Fournier escrito en varias cartas, muy remarcado en el As de Oros.
Así que, mira por dónde, no habíamos oído hablar nunca de Emilio Soubrier y la de horas que nos habremos pasado jugando con algo que él contribuyó a crear para su paisano Heraclio Fournier.
Cuando yo llegué como profesor al entonces Instituto Femenino de Segovia, vi los cuadros y enseguida reconocí El triunfo de Galatea. Quise saber más de ellos. En algunos aparecía la firma: Emilio Soubrier. Supe que los pintó mientras fue profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Segovia y también que los hizo por encargo de un potentado local, Ezequiel González de la Bodega, a quien le entusiasmaba el arte clásico, en sus formas y en su temática. En las imágenes siguientes, iré mostrando diez cuadros, la copia hecha por Soubrier y el original de donde la sacó. Porque contemplándolo me hice una pregunta. Si éste, El triunfo de Galatea, es copia del fresco que Rafael de Urbino pintó para la Villa Farnesina, de Roma, ¿serán copia también los otros? Durante más de 50 años he tratado de averiguarlo y aún no lo he conseguido totalmemte.
Un día me planteé hacer un experimento. Mandé a la nube, que ignoro donde tiene los límites, un cuadro, La Aurora y Céfalo, pintado por Emilio Soubrier para dicho palacete segoviano de Ezequiel González. Lo pintó teniendo presente otro con el mismo tema del pintor del rococó francés François Boucher. Conozco un grabado de éste -F. Boucher fct, figura en el ángulo inferior derecho- conservado en la Galería Nacional de Whasington, pero sospecho que también pudo haber un óleo. Al tiempo que enviaba la imagen, hacía esta pregunta por si alguna de las personas con acceso al post podía responderme: ¿Alguien tiene noticias de la existencia de un cuadro pintado al óleo por el artista francés con este tema?
Seguí con el experimento. Y con la esperanza de que algún conservador de museos de Francia, Alemania, Italia…, pudiera leerlo, mandé a la nube un nuevo mensaje acompañando a otro óleo de los pintados en Segovia por Emilio Soubrier para el palacete que en esta ciudad castellana hizo construirse Ezequiel González: Latona pide a Zeus que castigue a los segadores que enlodan el agua para que no puedan beber ni ella ni sus hijos, que iban sedientos. El desenlace de esta historia es bastante conocido: Zeus convirtió en ranas a aquellos segadores para que siempre vivieran en el cieno. Soubrier tuvo que conocer, al menos, el grabado de Quentin Mark. Y hago una pregunta igual a la que acompañaba al cuadro anterior: ¿Alguien sabe si hubo un óleo, pintado por Quentin Mark o por algún otro artista con el mismo tema?
Este es otro de los cuadros pintados por Emilio Soubrier para el segoviano Ezequiel González. Es el primero de tres que el profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Segovia pintó con escenas de la vida del héroe griego Aquiles. Este fue educado por el centauro Quirón, quien, entre los conocimientos que le trasmitió, le enseñó a tocar la lira. El cuadro está copiado, con muy pocas diferencias, de un fresco de Pompeya que tiene el mismo tema y cuya imagen coloco al lado. ¿Alguien conoce otras versiones? Comparemos las dos pinturas. La de Emilio Soubrier es correcta, de dibujo fácil, con perfiles nítidos y bien marcados, tanto en las figuras como en los elementos arquitectónicos y otros accesorios. La de Pompeya es jugosa, suelta y con muchos matices.
Con la misma esperanza con la que envié los anteriores, ahí va a la nube otro cuadro de los que Emilio Soubrier pintó para Ezequiel González y que éste donó al Instituto General y Técnico de Segovia en su testamento. En este caso, el tema es Hércules dominando al toro de Creta, uno de los doce trabajos que el héroe tuvo que ejecutar por orden de Euristeo. El lienzo pintado por Emilio Soubrier tuvo un modelo pero no he conseguido averiguar si fue una pintura, lienzo o fresco, o sólo un grabado como el que aquí coloco, publicado en una edición de las Metamorfosis de Ovidio. Me gustaría saber si en alguna parte también hay una pintura con este tema.
Ya dije antes que Emilio Soubrier, francés de origen, fue profesor de dibujo en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Vitoria. El año 1873 se trasladó a la Escuela de Segovia y aquí se mantuvo nueve años, hasta 1882. Y en ese tiempo tuvo que pintar los lienzos que le encargaría Ezequiel González para su palacete de la calle Ochoa Ondategui. Este, también con Hércules como protagonista, es más amable. El héroe aparece descubriendo a su hijo Télefo amamantado por una cierva. Pintura académica, sin gestos emotivos, con expresión contenida y posturas medidas, con colores casi planos, frente a los tan ricos en matices del fresco de Pompeya que le ha servido de copia y que aparece a la derecha. Un fresco magnífico, obra maestra y con algún tipo, el fauno que aparece con una siringa en la mano derecha, que se reproduce en todas las antologías del retrato que se editan.
Venus y Vulcano. Nuevo cuadro de Emilio Soubrier. Al igual que los otros, no es original sino que lo pintó copiando la parte central de otro con el mismo tema del artista del rococó francés Jean François Boucher. Si miramos y comparamos ambos, apreciaremos las diferencias entre una pintura correcta pero seca, colores casi planos, sin trasparencias y otra jugosa, llena de matices y frescas gamas de color. Pocos ejemplos como éste para apreciar las diferencias entre dos estilos tan opuestos como el rococó y cualquier forma de academicismo.
Los griegos habían declarado la guerra a Troya y Tetis, la madre de Aquiles, para que éste no fuera alistado con las tropas que iban a combatir, lo escondió en casa de Diomedes, donde, vestido con ropas de muchacha, trabajaba con las hijas del huésped en labores de tejido. Pero al astuto Ulises, que sospechaba lo que ocurría, se le ocurrió un ardid. Al acercarse a la casa gritó con fuerza: “Enemigos”, y Aquiles, dejando a un lado las labores, corrió raudo a coger sus armas. Es el segundo cuadro de los que Emilio Soubrier pintó para Ezequiel González sobre la vida de Aquiles. Copiado, ya se ve, del fresco de Pompeya que acompaña al óleo.
Otro cuadro de los doce que Emilio Soubrier pintó para el palacete que se construyó en Segovia Ezequiel González: Tetis, diosa del mar y madre de Aquiles, lleva a su hijo armas que le harán invencible, aunque no impidió que muriera ya que le quedó un punto que le hacía vulnerable, su talón. Y en el talón fue donde se le clavó la flecha troyana que le causó la muerte. El tema fue pintado por el francés François Gerard y grabado por Theodore Richomme. Mando a la nube el mensaje esperando que alguien sepa en qué museo está el cuadro de Gerard o, en su defecto, que alguien tenga una fotografía. En grabado existen numerosas versiones.
Otro de los doce cuadros que Emilio Soubrier pintó para Ezequiel González. Como cuando escribí sobre él la primera vez desconocía qué pudiera ser, me dejé llevar por lo fácil y lo titulé Maestro y discípulo. No me imaginaba que pudiera representar un tema que entonces era considerado, cuando menos escabroso pues representa al emperador Adriano recreándose con las posturitas de su amado Antinoo. En el mercado de antigüedades se vende el grabado que acompaña a la pintura de Soubrier, obra del alemán Otto Knille, pero seguro que hay un óleo con el mismo tema en algún sitio. ¿Lo conoce alguien de los que alcanzan la nube?
El tema es fácil de identificar: El nacimiento de Venus, pero… Desconozco si hay un cuadro anterior que Soubrier pudiera haber copiado.
Y en este no se identifica, con seguridad, ni el tema. ¿Los chipriotas saludando la llegada de Venus? Son los dos cuadros cuya procedencia, como inspiración o por copia, aún no he podido averiguar. Espero que el artículo haya gustado a los lectores de El Adelantado de Segovia.
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* Supernumerario de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.
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