Las obras de construcción del colegio de las Madres Concepcionistas en El Sotillo (La Lastrilla) llevan cerca de dos años paradas y la presencia del esqueleto arquitectónico, invadido por las hierbas del campo, da una imagen de abandono que genera cierta inquietud en los vecinos de la zona y en las familias de la comunidad educativa.
Desde el inicio de la primavera de 2020 no ha habido más movimiento en la parcela de la calle Emilia Azpiroz, que el de los operarios de la empresa Segesa, —que inició los trabajos en 2018 y los dejó en 2020—, para recoger su material. Tampoco se ha movido ninguna tramitación para adaptar o reajustar el proyecto en el Ayuntamiento de La Lastrilla. La alcaldesa Elisabet Lázaro asegura que nadie se ha puesto en contacto con ella desde que tomó posesión del cargo el pasado 28 de julio ni se ha hecho ninguna gestión en el Consistorio sobre este proyecto. “Está parado, no hay ningún movimiento” decía hace pocos días la alcaldesa de La Lastrilla.
Sin embargo, fuentes de la congregación de las Madres Concepcionistas precisan que el hecho de que las obras estén paradas “no significa que nosotras estemos paradas, ni mucho menos que el proyecto esté abandonado”. Según indican desde las Concepcionistas “están trabajando de forma interna” para desatascar el proceso de construcción del colegio con una nueva empresa adjudicataria de la obra.
Una vez más, la directora general del Colegio Madres Concepcionistas de Segovia, Carmen Fernández Borregón, se limita a decir que el proyecto sigue vigente, que no solo se trata de crear un colegio sino todo un complejo educativo de enseñanza y de formación, y que espera que en breve se reanuden los trabajos. Sin embargo, Carmen Fernández no concreta ni cuándo se retomará ni quién terminará la obra que se puso en marcha en noviembre de 2018 con un plazo de ejecución de dos años que de haberse cumplido permitiría tener activo en este momento el nuevo centro educativo.
