La Federación Empresarial Segoviana (FES), a través de su presidente, Andrés Ortega, pide al Gobierno «medidas urgentes» para frenar los problemas de abastecimiento y distribución, que ya empiezan a notarse en la provincia de Segovia, y para paliar el sobrecoste del combustible y la energía. Según explica, en los últimos días varias empresas de la provincia han trasladado a la Federación las dificultades que están sufriendo para dar salida a sus producciones y para la recepción de materias primas o componentes necesarios para su actividad. Además, hay retrasos en las cargas aéreas y marítimas porque no hay transporte suficiente para desde esos terminales realizar su distribución.
Ante esta situación, Ortega insta al Ejecutivo a que «minore» los efectos sobre los sectores del transporte y la logística y solicita «ayudas para la renovación de flotas de mercancías». En ese sentido, la FES se suma a CEOE y CEPYME y condena «rotundamente» los actos violentos y «antidemocráticos» de bloqueo que están ocasionando graves perjuicios en la cadena de suministros de sectores como la industria, el comercio y el sector agroalimentario.
«Esta situación no hace sino empeorar las dificultades por las que pasan las empresas segovianas, que en un corto periodo de tiempo han enfrentado una pandemia, una crisis en el abastecimiento de materias primas básicas y ahora un sobrecoste en ocasiones inasumible de las fuentes de energía que posibilitan su actividad, en gran parte debido al conflicto bélico de Ucrania. De modo que la adopción de medidas tiene que ser urgente, y en eso tendrá el apoyo de las organizaciones empresariales frente a otras formas de reivindicación con las que no estamos en absoluto de acuerdo», explica el presidente de FES.
El sector primario y la industria agroalimentaria, en “un momento crítico”
Ortega subraya que todos estos factores están condicionando también, y de manera muy notable, la actividad del sector primario y de la industria de transformación, dos de los puntales de la economía provincial. «Estamos en un momento crítico porque es cuando hay que tomar decisiones, cerrar acuerdos y negociar sobre qué se siembra o incluso si se siembra o no, porque los agricultores temen nuevas subidas de sus costes de producción. Y esto afecta a las cadenas de suministro, a la industria tanto de alimentación humana como animal«, apunta.
«De modo que dar un mensaje de tranquilidad y abordar la rebaja de la fiscalidad por parte del Gobierno es muy urgente no solo en el transporte y la logística, sino en el sector primario y la industria que recibe y procesa sus materias. Hay que actuar ya porque existe el riesgo de que la subida de la inflación sea muy abultada y permanezca al menos un año», concluye Ortega.
