Con quienes dan forma a su árbol genealógico se puede descubrir la historia de España de los últimos cinco siglos. Entre sus antepasados hay personajes de la talla de Juan Arias Dávila, el obispo que introdujo la imprenta en España y que dio pie a que Juan Parix imprimiera en Segovia el primer libro del país, ‘El Sinodal de Aguilafuente’, en 1472. Fue en esta ciudad donde los Arias Dávila se convirtieron en la familia con mayor poder e influencia del siglo XV. De ellos descienden los Puñonrostro. De ahí que los orígenes de Manuel Arias Dávila y Balmaseda, el decimoséptimo Conde de Puñonrostro -un título que la corona concedió en 1523 a su antepasado, el capitán Juan Arias Dávila– estén en la tierra del Acueducto.
La familia no tardó en asumir señoríos al norte y sur de Madrid; su relación con Segovia se fue debilitando a partir del siglo XVI. Esto supuso, a su vez, el traslado de su archivo y legado patrimonial a la capital. Es precisamente esto lo que ahora volverá a vincular a los Arias Dávila con sus raíces. De ello se encargará Manuel Arias Dávila y Balmaseda, con un nuevo proyecto que espera que se haga realidad en 2025 y que traería a Segovia una exposición temática que recogerá el archivo de la Fundación Conde de Puñonrostro, y “vinculaciones”, porque a él se ha sumado el del escritor Juan Valera. Sus pretensiones son “modestas”, no le preocupa si será o no muy visitado, tan solo que la ciudad albergue parte de la historia de España y, por tanto, de quienes ayudaron a escribirla.
— Con este proyecto, ¿se podrían explicar cinco siglos de historia de España a través de los personajes y el legado patrimonial de la familia?
— Sí, porque los temas arrancan en el siglo XV. La mayoría de los documentos de esa época están vinculados a Segovia, porque la familia adquiere poder en ese siglo, con Juan II y Enrique II, con el que esta era la capital. El siglo XIX también es importante porque un Conde de Puñonrostro fue presidente del Senado, alcalde de Madrid y embajador en Roma. Asimismo, hay documentos del siglo XX.
— La idea inicial era tan solo traer el archivo a Segovia, pero al final han decidido hacer una exposición temática. ¿Cómo fue evolucionando la iniciativa?
— Hace cuatro años que la Fundación compró el inmueble –ubicado en la calle Daoíz-, pero llevamos año y medio y teóricamente no podemos hacer el proyecto hasta que esté subsanado un problema del Plan Especial de Áreas Históricas que marcó el Ayuntamiento.
Este archivo está ahora en Madrid. Como el origen de la familia es segoviano, la primera idea era simplemente traer el archivo a Segovia y dejarlo aquí. Pero esa idea se fue ampliando y planteamos hacer también una exposición de algunos de los documentos más interesantes. Esto, a su vez, se amplió y se propuso hacer una exposición temática. El objetivo es, más que exhibir los documentos, presentar un tema relacionado con ellos porque, en el fondo, son aspectos de la historia de España en los que la familia ha estado vinculada.
— ¿Cuáles son algunos de esos “aspectos” más relevantes?
— Por ejemplo, el obispo Juan Arias Dávila introdujo la imprenta en España. Se trajo a Juan Párix, un impresor alemán que imprimió varios libros, el primero ‘El Sinodal de Aguilafuente’ en Segovia.
Este es uno de los temas que se pueden explicar, al margen de los documentos que tengamos del obispo. Va a estar abierto al público y la gente va a entrar y, más que a ver un papel, que no va a entender nada, irá a que le cuenten una historia -con leyendas, vídeos, fotografías y objetos-, que estará referida a documentos y personajes de la familia.
— ¿Cuántos temas tienen programados?
— En principio, tenemos unos 25 temas, unos más importantes que otros. La introducción de la imprenta es muy importante pero, por ejemplo, otro tema es la fundación, por Pedro Arias Dávila, de la primera ciudad cristiana en el Pacífico en 1519. Fundó la ciudad de Panamá, pero lo más relevante es que construye el llamado ‘Camino Real’, que une Panamá con el Atlántico. Ese camino, que existe todavía, ha sido durante siglos el vínculo entre el Atlántico y Europa con el Pacífico. Todo pasaba por el ‘Camino Real’ hasta que, a mediados del siglo XIX, se construye el ferrocarril.
— ¿También habrá objetos?
— Alguno habrá, pero pocos. Fundamentalmente, es una exposición temática. Los objetos van a apoyar el tema. Uno de los temas, a nivel político o histórico tiene poco interés, pero desde un punto de vista de curiosidad, es muy atractivo, que es la ‘Perla Peregrina’. Hay libros escritos sobre esto que cuentan mentiras, porque la verdad es que la encuentra en Panamá un buscador de perlas, un comerciante la compra por un precio altísimo y se arruina porque no puede hacer frente al pago.
Pedro Arias Dávila, que era gobernador y capitán general de Tierra Firme, donde se encuentra la perla, se la compra al comerciante por hacerle un favor. Luego, su mujer, Isabel de Bobadilla, se la vende a la emperatriz Isabel, la mujer de Carlos V. Y esa perla es la que figura en todos los retratos oficiales de todas las reinas Habsburgo de España: era la joya paradigmática. Hemos encontrado un retrato, que estará en la exposición, de la última reina Habsburgo, Mariana de Neoburgo, la mujer de Carlos II, y está con la ‘Perla Peregrina’.
40 documentos, “no más”
— El archivo de la Fundación Conde de Puñonrostro contiene innumerables incunables, legajos y documentos. ¿Cuántos se exhibirán en Segovia?
— La Fundación tiene ahora mismo la colección más completa de documentos del escritor Juan Valera, que también se ha incorporado al archivo, al igual que el de Danvila, que es la familia de mi abuela. Se han ido incorporando otros archivos, más o menos importantes, depende de cómo se mire porque, desde el punto de vista literario, la correspondencia de Valera es muy relevante: tenemos más de 700 cartas manuscritas. Pero, en total, hay más de 8.000 legajos y, páginas documentales, cerca de un millón.
Todo el archivo de los Arias Dávila se va a depositar en Segovia, pero solo se exhibirán unos 40 documentos, no más, los que tengan relación con el tema que se va a contar. Por ejemplo, hay varios documentos de la intervención de la familia en la conquista de Granada, porque dura diez años (1482-1492). Tenemos documentos en los que los Reyes Católicos le piden a Juan Arias Dávila tropas para acometer la conquista, otros en los que le agradecen que haya mandado más tropas de las que le han pedido, y hay otro muy bonito, en el que Fernando ‘el Católico’ comunica a Arias Dávila que se ha tomado Granada. Este será otro tema y habrá uno de los documentos, no todos.
— ¿Cuál es el documento más antiguo? ¿Y el más reciente?
— El documento más antiguo del archivo es de Fernando IV, del siglo XII. El más reciente es de ‘ayer’, porque hay cartas manuscritas del rey Juan Carlos cuando tenía 12 años dirigidas a mi madre.
— ¿Qué criterios de selección han seguido?
— Es subjetivo. Hay un poco de polémica porque hay temas que a uno le parecen muy interesantes y a otros no. Al final, se escoge por sentido común, por la importancia política y lo que puede ser atractivo para el público. Por ejemplo, la ‘Perla Peregrina’ ha sido polémica porque el director del Archivo le da mucha importancia, le parece muy divertido, pero para mí es menos interesante.
Lo importante es el peso que le vamos a dar a cada tema porque el espacio es limitado. A la introducción de la imprenta en España le daremos mayor importancia, por ejemplo, que a la ‘Perla Peregrina’.
— ¿A qué otros asuntos le dará mayor relevancia?
— El siglo XV es muy relevante, porque la familia jugó un papel importantísimo. Pero yo creo que la etapa de Pedro Arias Dávila en América es clave, la creación del ‘Camino Real’… Tenemos un documento muy interesante que es un contrato entre Pedro Arias Dávila, Francisco Pizarro y Almagro, para acometer la exploración del Perú. En el siglo XVI, la ‘Armada invencible’ es muy interesante porque, el que luego fue Conde de Puñonrostro, Francisco Arias de Bobadilla, era el maestre de campo general que mandaba a las tropas de tierra, que debían desembarcar en Inglaterra. Él iba en el buque insignia y se salvó. Cuando llegó a Santander, fue a ver a Felipe II para explicarle qué pasó e hizo un análisis muy bueno que se considera el auténtico de por qué fracasa la armada.
También me parece muy interesante que, a este mismo personaje, lo nombran al final de su carrera asistente del Rey en Sevilla. Esos años coincide con Cervantes. Algún cervantista considera que este Conde inspira el personaje del Quijote a Cervantes, porque era un señor muy íntegro y muy Quijote.
Un inmueble derruido
— ¿Cómo van los trabajos de rehabilitación del inmueble?
— Ahora estamos haciendo un trabajo arqueológico que terminará en dos o tres semanas. Yo creo que podremos hacer el proyecto para final de año. Pienso que la construcción se hará en 2023 y 2024, y la exposición se montará en 2025.
— La portada, de origen románico y que data del siglo XV, está ‘catalogada’. ¿Es el único elemento de la parcela que el Ayuntamiento obliga a conservar?
— Ni podemos, ni queremos modificarla. Lo único que tiene valor es la portada. Tenemos que mantener la crujía y el arco gótico que hay.
— ¿Dónde se ubicará el archivo?
— La idea es que, en la planta media y alta, que habrá un patio y un entresuelo, estará la zona de exposición. La crujía de Daoíz no se puede tocar porque está protegida; ahí estará la recepción y una sala que será introductoria, donde quiero que haya un gran árbol genealógico en el que aparezcan los personajes que luego van a ser referidos en la exposición. Además, me gustaría escavar un semisótano, que es lo mejor para un archivo, ya que necesita estabilidad de humedad y temperaturas.
— El edificio fue antes una antigua fábrica de tapones, un uso muy distinto al que recibirá.
— Sí, por eso hay esas vigas, lo cual es la ventaja de que puedes hacer lo que quieras porque te permite hacer un edificio apropiado para lo que tú deseas, para la exposición.
Segovia, cuna del linaje
— Los Puñonrostro descienden de los Arias Dávila, la familia con mayor influencia en la Segovia del siglo XV. Todo comenzó en Segovia.
— Queremos poner en la antesala los edificios de Segovia que están vinculados a mi familia, que son muchísimos. El obispo Juan Arias Dávila construye el claustro en la vieja Catedral y, cuando se hace la nueva, se traslada. El coro de la Catedral tiene el escudo de los Arias Dávila. Toda la colección de incunables magnífica que tiene la Catedral es donación del obispo. Lo que es hoy la delegación de Hacienda era el antiguo palacio de Arias Dávila. También parece que el origen del palacio arzobispal era del obispo. Y la Torre de Hércules era de una rama de los Arias Dávila.
Realmente, la familia se considera segoviana. Teníamos una finca en Valdeprados que ha sido de la familia desde el siglo XV, y yo he pasado ahí toda mi infancia. Veníamos muchísimo a Segovia.
— A partir del siglo XVI, los miembros más destacados de la familia se marchan a la Corte de Madrid y se desvinculan de Segovia.
— La familia se fue de Segovia muy pronto, porque el primer Conde de Puñonrostro ya no vivía aquí. Se fueron muchos años a Torrejón. El señorío de los Puñonrostro estaba en Segovia y Madrid. De hecho, el primer Arias Dávila que fue importante, Diego Arias Dávila, fue regidor de Madrid, Segovia y Toledo. Éramos señores de Alcobendas, Pedrezuela, San Agustín de Guadalix…: estábamos en el norte y sur de Madrid y Segovia.Muchos de ellos ya se entierran en Torrejón de Velasco y, en el siglo XVIII, viven muchos en Alcobendas.
— Por tanto, con este proyecto recupera el vínculo con Segovia.
— Por lo menos desde el punto de vista documental, sí. La familia siempre se ha considerado segoviana, más por el origen que por la realidad. Yo nací en San Sebastián pero, cuando me preguntan, digo; “La familia de mi padre es vasca y, la de mi madre, de origen segoviano”.