Los más de 200 empleados con que cuenta Bankia en la provincia de Segovia, y los 40 de CaixaBank, asisten con cierto recelo a las consecuencias laborales que puede tener la integración de ambas entidades, algo que se anunció hace meses pero que no fue hasta ayer, viernes, cuando terminó con la creación de un solo banco.
De hecho, Bankia dejó de cotizar en Bolsa y en los próximos días empezarán a cambiarse los rótulos de sus oficinas. Las primeras actuaciones se harán en los edificios más emblemáticos y de forma progresiva se continuará en la red de sucursales, donde el nombre de Bankia desaparecerá y quedará el de CaixaBank. En los canales electrónicos (web, móvil y cajeros) se iniciará el cambio en una semana, pero en este caso se personalizarán para incorporar la imagen de CaixaBank a la de Bankia hasta la definitiva integración tecnológica, que está prevista a finales de 2021.
El hecho de que el sector la banca esté acostumbrado a las prejubilaciones, hace que la preocupación sea relativa en la plantilla. Y aunque nadie quiere dar su opinión abiertamente, solo los sindicatos dicen que serán vigilantes con las condiciones que se implanten.
Justo ahora, diez años después, se había asumido que Bankia era la antigua Caja Segovia. Los empleados de ‘La Caja’ habían pasado a la nueva marca. Y ahora se le hace extraño otra vez que, siendo Bankia la entidad con mayor implantación en la provincia, desaparezca de la mano de CaixaBank.
Los responsables en Segovia de las dos entidades no quisieron hacer valoraciones del proceso. Pero sí insisten en que no conocen cómo va a afectar a sus plantillas el proceso de fusión. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, anunció ayer que se comenzará a negociar la reducción de plantilla a la vuelta de Semana Santa, con el objetivo de cerrar un acuerdo con los sindicatos en junio. En este proceso, los factores determinantes serán la voluntariedad y la meritocracia, pero no la edad, según dijo.
Y aclaró que la reducción de plantilla no será como las anteriores. Bankia ya aplicó un Plan de Reestructuración impuesto por Bruselas como compensación al rescate que se llevó a cabo. Conllevó a la reducción de la red de oficinas en un 39% y de la plantilla en un 28% hasta 2015. Posteriormente la integración con BMN afectó a 2.000 empleados, la mayoría en Levante y Madrid. CixaBank también aplicó un ERE el año pasado que afectó a otros dos millares de trabajadores.
En el caso de Segovia actualmente coinciden las dos marcas en varias localidades: Segovia ciudad, Cuéllar, El Espinar, La Granja, Coca, Nava de la Asunción, Cantalejo, Villacastín, Sepúlveda y Mozoncillo. Bankia cuenta con 38 oficinas en la provincia y 8 en la capital. Cixabank tiene once en toda Segovia. En la capital se da la circunstancia de que la sede central de ambas están muy próximas. La de Bankia es un edificio en propiedad, la de CaixaBank está arrendada, pero a la que se le ha aplicado una reciente reforma.
Ventajas para los clientes: más cajeros disponibles
Desde ayer los clientes de Bankia pueden utilizar gratuitamente los cajeros de CaixaBank y viceversa. Es la primera ventaja de la fusión de ambas entidades, si bien se desconoce cuánto tiempo durará ya que es muy probable que a lo largo de los próximos meses se cierren algunas sucursales y, por tanto, también sus cajeros automáticos.
Los casi 50 cajeros con que cuenta Bankia y los 12 de CaixaBank en la provincia están, de momento, operativos igualmente para clientes de una y otra entidad. Sobre el resto de servicios, los clientes no verán modificadas sus condiciones hipotecarias, comisiones, tarjetas o cartillas. La fusión se irá haciendo de forma gradual.
