El año 2019 no ha sido nada bueno para la seguridad vial de la capital. El continuo goteo de atropellos vivido a lo largo del pasado ejercicio se ha traducido en un empeoramiento de las cifras de arrollamientos registradas en 2018 y en el cuarto año de los últimos seis en números rojos respecto a su balance anual anterior.
Y es que, lejos de vislumbrarse una mejora en la evolución de las cifras de atropellos, la tendencia sigue siendo negativa. Los 45 accidentes de este tipo que tuvieron lugar en las calles de la capital segoviana durante el pasado año representan la tercera peor cifra de la década y consolidan la estadística de arrollamientos anuales por encima de los 40 casos –con una media de 41,2 atropellos en los últimos diez años–.
Tan solo en 2010, cuando se produjeron hasta 52 alcances de peatones por parte de distintos vehículos; y en 2009, con 47 arrollamientos, se registraron peores datos que en el último año. Se está, además, muy lejos de las ‘buenas’ cifras cosechadas en 2013, cuando –con 24 accidentes– los atropellos se redujeron en 15 casos respecto al año anterior y en más de la mitad en solo tres años.
Atendiendo al detalle de los datos facilitados por la Policía Local, se observa una clara diferencia entre el número de atropellos ocurridos en la primera mitad de 2019 en comparación con los acontecidos en los últimos seis meses del año. De enero a junio tuvieron lugar en la ciudad un total de 27 arrollamientos; mientras que de julio hasta el final de diciembre hubo que lamentar ‘solo’ 18.
Cabe recordar que a finales del mes de julio, y como reacción ante los muy negativos datos de atropellos registrados en los primeros meses del año, el Ayuntamiento de Segovia impulsó una serie de medidas especialmente enfocadas a reducir el número de alcances sufridos por peatones en la ciudad. Entre ellas, y junto a un llamamiento a la responsabilidad y la atención por parte de viandantes y conductores, destacó el pintado o repintado de entre 2.500 y 3.000 pasos de cebra con las palabras ‘Pare. Mire. Cruce.’ en colores rojo, amarillo y verde en cada extremo del cruce.
Una medida a la que bien cabría responsabilizar del descenso en el número de accidentes de este tipo que se produjo en los últimos seis meses del año, si no fuera porque esta evolución cumplió casi de manera exacta el patrón de 2018, que en cualquier caso precedió también a un 2019 negativo.
Vías conflictivas
Si bien no puede hablarse de ‘puntos negros’ o de alta concentración de atropellos en la ciudad, ya que estos se producen en todo tipo de vías y en distintos barrios de Segovia, sí hay calles y avenidas en las que a lo largo de 2019 se ha producido más de un accidente de este tipo; aquellas más transitadas diariamente.
El Paseo de Conde Sepúveda y la avenida de la Constitución han sido las vías con mayor concentración de atropellos, con cuatro casos en cada. Precisamente en la avenida de la Constitución tuvo lugar el pasado martes, 7 de enero, el primer alcance –en este caso una furgoneta contra un peatón– del nuevo año.
Con tres arrollamientos les siguen el Paseo de Ezequiel González, Vía Roma y la calle Gobernador Fernández Jiménez. Además, en la Plaza de la Universidad , la calle Juan Carlos I, la carretera de San Rafael y la avenida Vicente Aleixandre se produjeron dos atropellos en cada una.
La mayor parte de ellos, recuerda el Consistorio, se producen en horas diurnas y la causa más común es la falta de atención o las distracciones, aunque también influyen factores como la falta de visibilidad por la climatología, deslumbramiento e impericia del conductor. Por eso llama a extremar la precaución especialmente en las proximidades de los pasos de peatones, ya que el mayor porcentaje de estos accidentes se producen en los pasos de cebra o próximos a ellos.