Llegó pronto a paladear las miles del toreo y a copar un sitio preferente en las grandes ferias. También sabe lo que es pasar a un segundo plano. Ahora, tras vivir las dos tesituras, lleva años trazando un camino firme, en la que la regularidad y la madurez que dan los años le han puesto otra vez en primera línea. Un vagón del que no solo no se quiere bajar, sino que cada día va a más. Un viaje hacia la plenitud.
Daniel Luque (Gerena, Sevilla, 1988) es uno de los toreros más respetados por el aficionado y uno de los diestros más capaces del escalafón con toros de diferentes encastes y comportamientos. El domingo 29 de junio regresa a Segovia, en la vuelta de las corridas de toros a la ciudad por la festividad de San Pedro. El sevillano fue el último gran triunfador de esta tradicional fecha en el calendario segoviano, al cortar hasta cuatro orejas en el último festejo de luces registrado en el coso bicentenario, en 2022. En esta ocasión, está anunciado junto a Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante, con toros de la divisa de Alcurrucén.
Luque viene de sumar un nuevo triunfo en tierras francesas, donde tanto se ha curtido. El idilio del sevillano con Nîmes continúa y el pasado domingo logró su octava Puerta de los Cónsules, después de pasear tres trofeos a su lote de la ganadería de Victoriano del Río. Tras inscribir su nombre entre los toreros más relevantes de la historia del coliseo galo, Luque atiende a El Adelantado de Segovia para repasar el primer tramo de la temporada.
“Ha habido tardes muy importantes en Sevilla, Castellón o Valencia”, recuerda el torero de Gerena, dentro de una campaña en la que también ha triunfado en otros cosos como Cariñena (Zaragoza) o Navalmoral de la Mata (Cáceres). Aun así, su mente continúa en la recién concluida feria de San Isidro: “Me queda la espina de Madrid, donde no hubo suerte con los toros. En esta plaza la suerte influye y se necesita un animal para emocionar y poder expresar los sentimientos de un torero. Al final, es muy importante transmitir y, para ello, tiene que haber un toro que embista. Pese a no tener opciones con los toros, estoy satisfecho de mi paso por Madrid y confiado de que el día menos pensado saldrá el triunfo”.
Después llegó Nîmes, una tarde que corroboró el buen momento del sevillano. “Francia ha sido muy importante a lo largo de mi carrera y lo sigue siendo”, asegura; y explica: “Me abrió las puertas cuando muchos dejaron de creer en mí. Por eso, mi compromiso con las plazas franceses siempre es el de dar el 100%. Además, Nîmes es de los sitios en que más a gusto me encuentro y he podido dejar faenas importantes”.
Con vistas a los próximos compromisos, subraya: “Estoy deseando que siga la racha e ir sacando lo que llevo dentro. Quiero que la gente vea el nivel que puedo ofrecer. Las temporadas la marca la regularidad y mi intención es ir triunfando en todo tipo de plazas con todo tipo de toros”. Por delante, una hoja de ruta con parada a corto plazo en Alicante, Algeciras, Pamplona o Segovia.

LA CITA DE SEGOVIA
En cuanto a la corrida del día de San Pedro (29 de junio), apunta: “Es un cartel de máximo nivel en una plaza de mucha categoría y estoy deseando hacer el paseíllo allí otra vez. El marco no puede ser mejor”. Asimismo, habla de la ganadería titular para la tarde de Segovia: “Siempre se me ha dado muy bien y he tenido triunfos importantes. Sé que los ganaderos han cuidado mucho los toros y han puesto todo para que embistan”.
Así llega Luque a la ciudad del Acueducto donde salió en hombros en 2022. “Recuerdo la tarde con mucho cariño. Los toros de José Luis Pereda embistieron y pude sentir a un público entregado”. En aquella ocasión paseó cuatro orejas para sumar una nueva Puerta Grande en una provincia donde cuenta cada actuación como integrante del primer escalafón por triunfo: Cantalejo (2016 y 2008), Cuéllar (2018 y 2019) y El Espinar (2022). “La verdad es que es una zona que se me da bastante bien y espero continuar en esa línea. Siempre es muy agradable torear en la provincia de Segovia, donde hay tan buenos aficionados, que tratan al torero con cariño y respeto”, comenta.

Por otro lado, Luque valora la nueva etapa que ha iniciado esta temporada con Luis Manuel Lozano como apoderado: “Para mí está siendo un privilegio aprender todos los días y seguir avanzando en mi camino con un profesional de tanta calidad. Siempre ha sido un sueño, que me apoderara alguien con tanta categoría. Espero que nuestra relación profesional dure mucho”.
Es el momento de Daniel Luque, dentro de una trayectoria en la que ha tenido muchos momentos buenos. “Me preocupa mantener el nivel y continuar con la cabeza firme”, asegura, consciente de que “es muy difícil estar todas las tardes al máximo nivel: hay cosas que van pasando que afectan a nivel motivacional y uno no puede estar siempre en sus mejores condiciones. Por eso, hay que estar preparado para el fracaso y, que cuando llegue, que no afecte”. Con esta mentalidad de torero seguro y en plenitud, encara el grueso de la temporada con numerosas citas de altos vuelos. En Segovia, el día 29.
