La efeméride se recuerda por la gesta del torero de La Velilla y por la añoranza que produce una ganadería de tanto predicamento y momentos históricos que sumó a lo largo de su trayectoria. Fue a menos, pero sus ejemplares de capa variada y hechuras de toro con enorme trapío, han quedado en la mente de los buenos aficionados.
La corrida de referencia tuvo lugar en Barcelona el 23 de mayo de 1968, con un cartel por entonces fiable y con una terna formada por Dámaso Gómez, Limeño y Andrés Hernando. Recordemos que el diestro segoviano tomó la alternativa en Segovia el 1 de julio de 1962 de manos de Victoriano Valencia con El Viti de testigo, toros de Manuel Arranz- el de la alternativa- y Charro de Murga. Confirmó el 29 de marzo de 1964 con antonio Medina y José María Montilla, toros de Salvador Domecq. Andrés se retiró en Segovia el 5 de octubre de 1974.
La corrida de Barcelona registró una gran entrada. Se lidiaron toros de Hijos de Pablo Romero, bien presentados, nobles y bravos. Dámaso Gómez cortó dos orejas y rabo a su primero y cumplió tres vueltas al ruedo en el otro. Limeño, oreja de su primero y pitos en el quinto de la tarde.
Andrés Hernando, ovacionado al finalizar la lidia del primero de su lote y gran faena a un toro de bravura excepcional llamado «Potrico», lidiado en sexto y último lugar, cárdeno y marcado con el número 59. Por petición unánime, le fue concedido el indulto. El torero paseó triunfalmente las dos orejas y el rabo simbólicos tras alcanzar el éxito clamoroso. El público no se marchó de la plaza hasta no ver al toro traspasar la puerta de corrales, hacia las nueve de la noche.
Al día siguiente del triunfo de Barcelona, Andrés Hernando actuó en Las Ventas en corrida de la feria de San Isidro, logrando el éxito, al ser el diestro más relevante de la terna. Cortó una oreja a un toro de José Luis Osborne, siendo ovacionado en el otro, alternando con Timín y el valenciano Ricardo de Fabra.
Comentaba Andrés Hernando en tono coloquial: «Me vino muy bien el éxito y también el indulto, porque yo por entonces andaba tan sólo regular con la espada, así que como no tuve que matar a «Potrico», conseguí los máximos trofeos sin arriesgar».
Fue aquella una temporada muy triunfal del diestro de La Velilla, de lo que queda reseñado esta parte de su ciclo en dos plazas de la máxima categoria: Barcelona y Madrid.
Emotivos fueron los actos que tuvieron lugar en Segovia capital, el 1 de julio de 2014, con misa en la iglesia de la Santísima Trinidad y almuerzo en restaurante Mínimos con tentadero después en la plaza de toros de la ciudad. Presencia de sus más allegados familiares, Sonsoles madre e hija, sus hijos Andrés y Gonzalo, las esposas de ambos y los nietos, siete, hijos del primogénito. Un grupo de amigos y aficionados y unas horas inolvidables.
Después, en septiembre, homenaje en Pedraza de la Sierra, con almuerzo y por la tarde ofrenda del homenaje en la Plaza Mayor de la villa, en plenitud de una novillada de fiestas. Andrés ya había sido homenajeado años antes, con motivo de un público reconocimiento por su humana y taurina y altruista aportación relevante al tradicional festival de APADEFIM. Fue también un almuerzo y algunas intervenciones orales del más profundo sentimiento de gratitud y de amistad.
