Un estudio realizado por el grupo de investigación Mundo Rural de la Universidad de Valladolid presenta el sur de la provincia de Segovia como un territorio con un fuerte potencial de futuro. El grupo de acción local Segovia Sur participa en el proyecto de cooperación regional ‘Más empresas, más empleo, más rural’, dentro del que se ha realizado el estudio mencionado, cuyas conclusiones fueron presentadas ayer en un acto celebrado en la Real Fábrica de Cristales de La Granja, al que asistieron responsables de Segovia Sur y alcaldes de los 50 términos municipales que abarca este grupo de acción local.
La presidenta de Segovia Sur, María Cuesta, y la coordinadora del estudio, Milagros Alario, fueron desgranando ese estudio que describe un territorio con una estructura económica “potente y dinámica” que manifiesta una actividad con fuerte capacidad de renovación desde finales de los años 80 y especialmente de los años 90. Se produce un hecho curioso, ya que mientras la población permanente registrada se reduce un 6,8 por ciento entre 2007 y 2019, el número de ocupados en la actividad económica ha crecido un 1,2 por ciento en el mismo periodo. Hay un alto nivel de emprendimiento y un empresariado con un fuerte arraigo, que destaca la relación afectiva con el territorio como el principal factor de localización. Se detecta una incorporación significativa de mujeres, con movimientos, excepcionales pero muy interesantes, de llegada de personas pobladoras, retorno de jóvenes… Incluso, a partir del año 2020, por causa de la Covid, se aprecia un movimiento realmente significativo, aunque aún sin consolidar, de fijación de población, que antes era temporal y que ahora está cambiando a permanente.
En cuanto a la situación actual con la llegada de los Fondos Next Generation de la Unión Europea, consideran que abren importantes expectativas en relación con “inversiones verdes” y a la “transición digital”. Se trata de un contexto en el que el territorio de Segovia Sur tiene magníficas oportunidades, tanto por sus importantes valores ambientales y de patrimonio natural, como por su potencial de producción agroalimentaria.
POTENCIALIDADES
-Posibilidades de incentivar nuevos nichos de producción agraria, como lavanda, trufas, pistachos… aunque en algunos casos el problema está en el tiempo de inversión improductiva (cuatro o cinco años en el caso de las trufas y siete en pistachos).
-Convertir en oportunidades agrarias algunas de las debilidades aparentes del territorio, como el envejecimiento de la población o las necesidades de la personas que pueden consolidar nuevo nichos laborales.
-Actividades agrarias alternativas, como productos ecológicos, artesanos, kilómetro 0 y circuitos de proximidad.
-Elaborar productos combinados de oferta turística que impliquen a varios sectores productivos. Se destaca la necesidad de potenciar el asociacionismo y la colaboración.
-Mejorar y elaborar nuevas rutas que promocionen el conocimiento de la comarca, más allá de los pueblos monumentales de la zona, como Pedraza o Navafría.
-Dado que se detecta un déficit en el trabajo en red por parte de los agentes locales, parece necesario fomentar los espacios de intercambio de ideas y debates más allá de los intereses sectoriales.
-Fomentar la colaboración entre administraciones locales superando el municipalismo es de vital importancia para consolidar el sentido de pertenencia y avanzar en la solución de los problemas detectados.
