La gripe lleva quince semanas consecutivas superando el nivel epidémico, se encamina hacia la semana dieciséis sumando afectados y ya es la más duradera en tierras segovianas desde el año 2010.
Desde entonces, solo en la temporada de 2012/13 hubo epidemia gripal hasta finales de marzo (finalizó en la semana 14), pero en ese invierno empezó mucho más tarde (en la semana 5), según los datos aportados por el Servicio Territorial de Sanidad de Segovia.
Hay que recordar que este curso la actividad gripal ha tocado por primera vez el umbral epidémico (50 casos por 100.000 habitantes) en la semana 48 del año 2017, a principios de diciembre, y aún no lo ha dejado.
La duración de la gripe está haciendo que aunque su intensidad no sea muy agresiva esté generando mayor número de afectados que otros años y ya cerca de las fiestas de Semana Santa siga siendo necesario mantener las recomendaciones preventivas para evitar contagios (no ir a trabajar ni acudir a lugares cerrados, intensificar la higiene de las manos y protegerse al toser o estornudar). Además se ha producido una alternancia en la presencia dominante de distintos virus por lo que se está viendo como algunas personas sufren varios episodios gripales en el mismo invierno.
Para el jefe del Servicio Territorial de Sanidad, César Montarelo Almarza, las bajas temperaturas que se están registrando este invierno y ya principios de primavera en Segovia están favoreciendo la permanencia de los virus que producen esta enfermedad respiratoria infecciosa. “El frío facilita la circulación del virus y este año es un ejemplo de ello”, señala César Montarelo.
El último informe emitido por la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León correspondiente a la semana 11 de 2018 (del día 12 al 18 de marzo) muestra que la tasa de incidencia es de 83/100.000 habitantes (por encima del índice epidémico de 50), y la actividad gripal en Castilla y León se mantiene en un nivel de intensidad bajo. El número total de casos de gripe declarados en la Comunidad es de 1.107 (1.002 en personas no vacunadas y 105 en vacunadas). Como referencia comparativa hay que recordar que el año pasado la epidemia se concentró en nueve semanas (empezó en la semana 50 y acabó en la 7) y generó un total de 697 casos declarados.
César Montarelo reitera que en la presente temporada no ha habido “picos” de fuerte incidencia como sí ocurrió en la anterior, pero su prolongación en el tiempo va elevando el número de enfermos. El pico epidémico de este invierno se alcanzó en la semana 3, mediados de enero, con 291 casos por 100.000 habitantes, “desde entonces está descendiendo ligeramente” comenta el jefe de Sanidad recordando que “el año pasado llegamos a 410 casos en la semana 2.
Sanidad asegura que continúan detectándose circulación de virus A y B. Al principio de la onda epidémica circuló mayoritariamente del virus tipo B, pero en el final de la temporada la presencia dominante es del A (el H1N1 y el H3N2), aunque sigue moviéndose el B.
(Vacúnate que algo queda)
