Han pasado cuatro meses y una pandemia para que las obras de remodelación del Centro de Recepción de Visitantes (CRV) ubicado bajo la terraza de Santa Columba ofrezcan el renovado aspecto que presenta el lugar por el que miles de turistas de todo el mundo pasan y pasarán para recibir la primera impresión de la vasta oferta turística de la capital. El esfuerzo realizado por la Empresa Municipal de Turismo y la Concejalía de Turismo ha dado sus frutos y este espacio se ha convertido en el primer edificio municipal universalmente accesible, con todas sus estructuras y servicios adaptados a la accesibilidad de personas con discapacidad física, sensorial y cognitiva.
La alcaldesa Clara Luquero, acompañada de la concejala de Turismo Claudia de Santos y de una amplia representación de ediles del equipo de Gobierno y de los grupos políticos de la oposición, visitaron ayer las instalaciones del CRV, que reabrió ayer oficialmente sus puertas, aunque viene ya operando de forma efectiva desde hace algunos días.
Luquero destacó el esfuerzo realizado para conseguir adaptar las instalaciones a los requerimientos de la accesibilidad universal, siguiendo para ello las recomendaciones del grupo de trabajo creado por el Consejo Sectorial de Accesibilidad, integrado por asociaciones y colectivos relacionados con la discapacidad en el ámbito de la capital.
Así, señaló también el carácter transversal del proyecto, en el que han intervenido también áreas como el de Obras, Servicios e Infraaestructura, que han realizado el seguimiento de las obras realizadas por la constructora D-Todo, y que se han visto afectadas por la crisis sanitaria y el estado de alarma, que ha retrasado casi dos meses la puesta en servicio del centro.
Los elementos constructivos que muestran la accesibilidad del CRV son evidentes. En el acceso exterior se ha modificado la rampa lateral para salvar los escalones del porche, dotándola de barandillas y señalización en el suelo mediante un pavimento podotáctil integrado en el solado de la plaza. Este pavimento sirve como guía a los distintos espacios de la zona pública de las instalaciones, mostrador de atención, aseos públicos y tienda.
El mostrador también h sido rediseñado para adaptarse a la atención de personas en silla de ruedas, al igual que los aseos públicos, modificados para abrir un nuevo espacio adaptado de mayores dimensioines y dotado de una camilla cambiador para adultos.
Por otra parte, la iluminación del centro se ha adaptado a sistemas led de bajo consumo, controladas también con sensores de luminosidad para conseguir un nivel equilibrado de luz en las estancias cercanas a las cristaleras exteriores.
Como detalle de apertura, el CRV obsequió ayer a las cien primeras personas que hicieron una consulta con una planta, idea impulsada por el Hotel Corregidor y que ha culminado en el proyecto ‘Brotes de esperanza’, con la que la hostelería segoviana quiere reconocer y agradecer a los primeros clientes que llegan a la ciudad. La iniciativa cuenta con la colaboración de la Asociación Industrial de Hosteleros y la Concejalía de Medio Ambiente.
