Durante estos últimos años Vegas de Matute se ha reencontrado de forma especial con el viejo oficio de calero y la cal, en torno a la creación, reconstrucción y promoción del parque arqueológico de El Zancao, todo un referente en la vida pasada de los habitantes del pueblo, así como una referencia simbólica y recreativa de lo que fue el desarrollo del municipio.
La reciente celebración del III Día del Calero, pese a la lluvia incesante, volvió a reunir a un buen grupo de vecinos y entusiastas del pasado calero de la localidad, entre los que quedó patente nuevamente, “el compromiso de seguir celebrando esta jornada”, según señaló el historiador, José Miguel Muñoz, quien explicó que en la misma, “se habló de formar una Asociación de Amigos de los Hornos de Vegas de Matute, para ayudar al Ayuntamiento a la conservación del patrimonio cultural del pueblo”.
Aunque la iniciativa “todavía está muy verde, —precisó José Miguel— tenemos que estudiar los muchísimos ejemplos de asociaciones de amigos que hay en España. Supongo que sería asociación privada cultural sin ánimo de lucro”. En cuanto a la finalidad, “el objetivo no sólo sería cuidar de los hornos de cal, sino de todo el patrimonio cultural, mueble, inmueble e inmaterial de Vegas de Matute, así como del bello paisaje de los Calocos en la vertiente que corresponde al municipio”, detalla el historiador.
La jornada del III Día del Calero estuvo acompañada por la visita del Obispo de la Diócesis de Segovia, Ángel Rubio, que celebró la misa en la bella iglesia parroquial, construida por Rodrigo Gil de Hontañón entre 1540 y 1570, “posiblemente con cal procedente de los hornos más antiguos del Zancao, los que después de 1564 estaban proporcionando el material para El Escorial”, recordó González.
Uno de los momentos emotivos de la cita fue cuando al final de la misa, Gloria Pérez, hija de calero, leyó un bello y emotivo poema sobre la dura profesión de su padre. El programa de la jornada, preveía la visita a los hornos, pero el fuerte diluvio hizo que se suspendiera el acto. Por ello, tuvo lugar un refresco en el Ayuntamiento, “donde algunos viejos caleros cantaron antiguas coplas sobre el tema”, subrayó, José Miguel. Solamente, por la tarde, algunas personas acudieron al parque arqueológico, aprovechando que llovía menos.
