Uno de los profesionales “de toda la vida” de la hostelería segoviana, Félix Garzón Cuevas, conocido popularmente como Félix ‘el de Vogue’, recibe este domingo un homenaje de la Semana de Cocina Segoviana por su larga trayectoria. Él se lo toma como “un premio”, y agradece a sus compañeros de la Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos (AIHS) el gesto, si bien reconoce no saber “si me lo merezco”.
Nacido en Villacastín, era todavía un niño cuando empezó a trabajar detrás de una barra . Cumplió los doce años en el restaurante Tres Hermanas, de Villalba, ganando cinco duros a la semana. Estuvo un par de años en Madrid, en el bar Oviedo, y luego regresó a tierras segovianas, en concreto a La Criolla, entonces situada donde hoy está el bar Maype. “Eran tiempos en los que se cambiaba mucho de trabajo, te ofrecían más dinero en otro establecimiento y allí te ibas”, rememora. A los dieciséis recaló en el hotel Sirenas, al que considera “la escuela de hostelería de Segovia de aquella época”, donde trabajó junto a un equipo de “magníficos profesionales” de los que dice haber aprendido todo lo que pudo.
Voló de allí para emprender un negocio familiar, El Rincón del Melenas, en la Plaza de la Rubia. Sus padres, Rafael y Francisca, pagaron el acondicionamiento del local, y allí fue él, junto con sus tres hermanos (Luis, Juana y María Jesús).
Inquieto como era, no se quedó mucho tiempo en aquel negocio. Se ganó luego las habichuelas en Ladreda 25 y el restaurante Fuenfría, establecimientos que pertenecían a los mismos propietarios. Y llegó la fabulosa década de los 80…
Félix montó en la calle Ochoa Ondátegui el disco bar Vogue, un negocio que marcó una época en Segovia. Todos los días de la semana, salvo los sábados, ofrecía un espectáculo. Y en aquellos convulsos años, la propuesta causó furor. “Todas las noches venían, como mínimo, cien personas”, asegura.
Después de Vogue, llegaría la cafetería Damas, en Fernández Ladreda. Félix no se cansaba de abrir nuevos locales. A continuación, el Fornos. Y seguidamente, la discoteca Bibop, en término de Valverde del Majano. Hubo un momento en el que la llamada ‘Cadena de Hostelería Vogue’ daba trabajo a 38 personas.
De los años 90 no guarda tan buen recuerdo. Aquel emporio inició su declive. De las horas bajas, él aprendió una lección, la de que “las sociedades deben pertenecer a una persona, no a más”.
En cualquier caso, como el ave Fénix, él resurgió. A inicios del nuevo siglo se metió en un nuevo negocio, Mercamueble, en el polígono industrial El Cerro. “Era único establecimiento de hostelería allí y nos fue bastante bien, aunque luego la crisis nos ha pasado factura”, dice. Hace tres años, Félix se jubiló, dejando la riendas a Óscar, uno de sus cuatro hijos.
Ahora, mata el gusanillo relatando anécdotas de su vida profesional, como cuando sirvió a los Reyes de España en el Parador de Segovia, y organizando mil actividades para la Asociación de Barman de Castilla y León, de la que es presidente prácticamente desde sus inicios. Y, además de sus siete nietos, que son “los que me dan más alegrías”, también disfruta hablando del “excelente nivel” de los barman segovianos, recordando que uno de ellos, Luis de Miguel Aragoneses, es en la actualidad campeón de España en elaboración de ‘gin-tonic’.