Una buena novillada de la ganadería vallisoletana de Raso de Portillo -considerada la más antigua de España-, de la que destacó el bravo ‘Enojadito’, lidiado en segundo lugar, además del ejemplar que cerró la tarde, puso argumentos al primer festejo de la Feria ‘Judión de oro’ de La Granja de San Ildefonso; y permitió el triunfo al novillero vitoriano Pedro Andrés, que cortó una oreja a cada uno de sus antagonistas, y terminó saliendo por la Puerta Grande. Completó la tarde el mexicano Eduardo Neyra, cuya actuación estuvo marcada por el uso de los aceros.

Abrió plaza un astado castaño, un tanto zancudo, alto, fino, degollado y recogido de cuerna, que resultó noble y de buena condición en los engaños de Neyra. El mexicano, bajo la supervisión del diestro vallisoletano Leandro Marcos, lo toreó con delicadeza y dejó buenas tandas de derechazos, aunque sin apenas transmisión, y se estrelló a espadas. Vudú con un duro ejemplar del Raso de Portillo, que tardó en caer más que los avisos que nunca llegaron a darse, pese a alargarse en exceso el trance.

El tercero de la tarde fue un novillo cárdeno, de buenas hechuras, que también tuvo el denominador común de la nobleza. Con una embestida más pastueña -más asemejada al toro de su país-, Neyra toreó al natural con cierto gusto y acomodo. Esta vez sonaron los avisos en tiempo, en un nuevo sainete con el acero.

Un señor novillo fue el primero del lote de Pedro Andrés, serio, gordo, con morrillo y bien proporcionado, que salió rematando en los burladeros y se empleó con fuerza en el tercio de varas. Astado bravo, con el que el joven vitoriano, tutelado por Jorge Manrique, comenzó firme y seguro, pero después le costó acoplarse al poder que exigía el animal para terminar de entender al ejemplar. Se tiró muy derecho en la suerte suprema y cobró un espadazo para pasear una oreja, que compartió con el mayoral de Raso de Portillo al ser reconocido el novillo con la vuelta al ruedo por su bravura.
Con ganas encaró Pedro Andrés al último novillo, otro ejemplar de presencia. Se estiró con brío con el capote y lo llevó de forma arrebatada al caballo, donde el animal tuvo una alegre pelea. Continuó desarrollando bravura y fue largo a los cites de Pedro Andrés, pero de nuevo los enganchones restaron equilibrio a la faena. Después, el vitoriano dejó destellos dentro de una actuación que completó con otro estoconazo, aunque tardó en caer; y cortó otro apéndice para abandonar el coso granjeño en hombros.
Ficha
Plaza de Toros de La Granja de San Ildefonso. Primera novillada de la Feria ‘Judión de oro’ -segundo festejo de las fiestas de San Luis-. Alrededor de tres cuartos de entrada. Novillos-toros de Raso de Portillo, bien presentados y buen juego en líneas generales. Destacaron el lidiado en segundo, de nombre ‘Enojadito’, bravo y con clase, al que se dio la vuelta al ruedo; y el bravo cuarto, ‘Cuco’.
Eduardo Neyra, silencio y silencio (dos avisos).
Pedro Andrés, oreja y oreja (aviso).
Presidió el procurador José Luis Vázquez.
