A tan solo 16 Km de Segovia, en un entorno privilegiado y a una altitud de más de 1000 metros sobre el nivel del mar, encontramos una pequeña localidad de 80 habitantes que ofrece esa imagen de la Segovia Rural, muy cuidada y unida a la sierra y a las tradiciones que hace de Brieva un lugar ideal para perderse y disfrutar de la tranquilidad.
La localidad de Brieva ha mantenido ese nombre, que proviene de “brevia” que significa vado, desde el siglo XIII y se cree que lo pusieron sus primeros pobladores que vinieron de la comarca riojana de Sierra de Cameros donde también existe una localidad con este nombre.
Esa tranquilidad en forma de turismo rural, pues es un destino muy apreciado por los amantes de la campiña segoviana, la rica gastronomía y la proximidad a Segovia capital, hacen que este pequeño pueblo, ubicado en la confluencia de la meseta segoviana y el piedemonte de la Sierra junto al valle que forma el río Pirón, mantenga su vida con una cierta estabilidad demográfica.
En el interior del pueblo se halla la Iglesia de Santiago Apóstol, que cuenta con un campanario que sobresale por encima de las viviendas que forman el caserío de Brieva.
Esta Iglesia de Santiago Apóstol, conserva de su época románica el ábside semicircular y, dentro del templo, un magnífico retablo mayor, barroco, de tipo hornacina y, una Cruz Procesional que fue realizada en el siglo XVII por el platero segoviano Sebastian de Paredes.
En el exterior, junto a la Iglesia, se encuentra la Plaza que está adornada con un Crucero de Piedra (año 1725) y, en el pueblo, existen otras edificaciones como el Potro de Herrar, donde se ejercía el oficio de herrador (no de herrero) en las épocas en las que eran necesarios los animales de labor. Como siempre, la estructura es de granito, sin cubrir y su función era la de sujetar al animal (mula o caballo) evitando coces y golpes mientras se le colocaban las herraduras y, una fragua, que fue construida entre los siglos XVIII y XIX y abandonada en el último cuarto del siglo XX pero que actualmente ha sido restaurada y conserva la práctica totalidad de los elementos originales.
En las afueras de Brieva, existe otro pequeño templo que se conoce como la ermita de las Cinco Llagas, que ha sido restaurado en incluido en las instalaciones del cementerio municipal.
También dentro del Patrimonio de Brieva, destaca el etnográfico, constituido por el conjunto de bienes muebles e inmuebles (paisajes agrícolas, aperos, ingenios hidráulicos, molinería, la sal, el vino,,,) entre el que se encuentra el Molino Harinero que se localiza “a unos 3.600 metros al E/NE de la localidad. “Se dispone en el margen izquierdo del río Pirón, en una zona caracterizada por un pronunciado meandro de dicho cauce, justo sobre el límite municipal con la vecina Santo Domingo de Pirón. Se tiene constancia escrita de que a mediados del siglo XVIII ya estaba en funcionamiento. Abandonado desde mediados del siglo XX, el edificio ha sufrido un grave deterioro, encontrándose en la actualidad en un avanzado estado de ruina” www.institutogonzalezherrero.es.
A más de 1000 metros sobre el nivel del mar, sus viviendas son, casi todas, de antigua construcción y predomina la piedra.
Entre las fiestas que se celebran en esta localidad las más destacadas son: San Isidro Labrador, durante el mes de mayo, San Pedro, en el mes de junio, La Natividad de Nuestra Señora, segundo fin de semana de septiembre y, San Antonio en junio.
En la localidad de Brieva encontramos varias casas rurales como:
* El Torreón de Segovia, con capacidad para dos/cuatro personas, con dos habitaciones dobles y, jardín, chimenea y todas las comodidades y, además, admite animales.
* La Solana de Brieva, con capacidad para cinco personas, una habitación individual y dos dobles. Esta casa rural cuenta con jardín, barbacoa, chimenea y todas las comodidades. También admite animales.
Las Casas de la Fuente (La Casa Grande y la Casa Pequeña), capacidad para doce personas (cuatro y ocho personas respectivamente). Disponen de jardín, barbacoa, wifi y carta de almohadas.
Y además, El Rincón de los Bohemios, con capacidad para 9 personas, recientemente restaurada.
La Era de Brieva, un restaurante que se levanta sobre unas antiguas cuadras del siglo pasado. Ofrece una carta que combina platos tradicionales castellanos como la morcilla frita o el codero lechal con otros de nueva cocina como la ensalada templada de verduras con langostinos, foe y vinagreta de café, el Bacalao confitado con setas o Solomillo, merluza…
