Cuéllar, Carbonero el Mayor o Martín Muñoz de la Dehesa, son solo algunos de los municipios segovianos que suenan en los últimos meses para sumarse al plan de expansión de energía verde promovido por la Junta de Castilla y León.
En enero de este año el consejero de Medio ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró que la instalación de plantas de biogás y biometano suponen una “oportunidad única” para Castilla y León. Tanto es así que desde la Junta están tramitando un Plan Regional de Biogás 2024-2034, para regular los más de 100 proyectos con los que cuenta la comunidad, con el que pretenden “planificar donde pueden y tienen que establecerse” estas plantas para “no generar interacciones negativas con otro tipo de sectores y bienes que hay que proteger”.
Un plan del que ya hablaba en términos estratégicos Suárez-Quiñones en el año 2023 remarcando que la Junta es innovadora en materia de biomasa y todas las energías renovables, y recordando que el biogás es fundamental en una comunidad en la que la ganadería y la agricultura, principales motores económicos, generan una gran cantidad de residuos que necesitan ser transformados para producir nuevas materias y formas de energía y negocio, reduciendo así el impacto medioambiental.
“No hay más remedio que sumarse a las energías renovables, a todas, no solo a un parque eólico o solar, también al biometano y el biogás. Castilla y León tiene una gran oportunidad en ese sentido” subrayaba hace tan solo dos meses el consejero.
Castilla y León cuenta con gran potencial para acoger este tipo de plantas, ya que gracias a su consolidado sector agroganadero, con más de 80 granjas porcinas y un total de 334.469 cabezas, esta región se encuentra entre las zonas con mayor capacidad para generar biometano, junto con Andalucía y Castilla-La Mancha; el problema fundamental está en el impacto que genera en las poblaciones de los municipios donde se pretenden instalar, ya que los ruidos y olores unido a la falta de regulación territorial, tiene en pie de guerra a oposición, grupos ecologistas y vecinos.
Regulación
Estos proyectos enfocados a lograr la descabonización en apenas cinco años, no han estado exentos de polémicas ya que a pesar de la defensa por parte de la instituciones y las empresas dedicadas a su implantación, la fuerte oposición vecinal ha hecho que muchos de los proyectos, como el de la planta de biometano de Pinarejos, se hayan visto paralizados ante el clamor popular para frenar su construcción.
El consejero achaca esta oposición y las manifestaciones sociales “respetables” a la “deficiente información por parte del sector hacía la población para entender que son y que tecnología tienen” así lo remarcaba hace unos días descartando que las plantas de biogás sean perjudiciales.
“Nosotros somos una administración que actuamos con el principio de legalidad encima de la mesa”, defendía de esta manera la postura de la Junta, añadiendo que “en ningún caso el consejero va a firmar una orden de autorización o de aceleración de impacto ambiental con informes negativos desde el punto de vista técnico”, invitando a los ciudadanos a “confiar porque tenemos unos magníficos técnicos en la Administración muy preparados”.
A la crítica popular se suma la falta de regulación debido a que el Plan Regional de Biogás previsto para el pasado año, todavía no ha sido aprobado, a pesar de lo cual los proyectos se siguen tramitando sin una planificación, algo que desde IUCyL han denunciado “nos oponemos a esta invasión de proyectos sin una adecuada regulación”.
Un Plan Regional, cuyo borrador y documento inicial estratégico, el órgano ambiental sometió a consulta pública el pasado año para, a partir de las observaciones recibidas, elaborar nuevo un documento.
Observaciones que Ecologistas en Acción centraban en puntos como la localización de las mismas, mínimo a 500 metros de núcleos habitados eliminando expresamente la ubicación en espacios incluidos en el Red Natura 2000 y las zonas inundables, aludiendo también a la capacidad máxima de producción de dichas plantas y considerando imprescindible la aceptación vecinal como requisito fundamental para la tramitación de estos proyectos de interés regional.
El plan en concreto pretende establecer un marco normativo ordenar y regular las actividades sectoriales asociadas a la producción de biogás a partir de residuos orgánicos y subproductos animales en la totalidad del ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Parece imprescindible lograr su implantación ya que los proyectos en tramitación de plantas de biogás en la provincia se cifran en 101, lo que supone multiplicar considerablemente la cobertura actual, con un incremento en los últimos tiempos de la cantidad de ellas en todas las provincias, de las cuales 6 se situarían en Ávila, 9 en Burgos, 11 en León, 7 en Palencia, 10 en Salamanca, 17 en Segovia, 10 en Soria, 15 en Valladolid y 16 en Zamora. De todas ellas solo 19 cuentan de momento con información de acceso público.
Boom
La proliferación de proyectos para la construcción de plantas de biogás en la provincia está creciendo exponencialmente desde hace algunos años. Así Cuéllar sacará, previsiblemente en el primer semestre del año, dos proyectos para plantas de biogás en el municipio, atractivo para la implantación de este tipo de energía ya que según apuntaba el alcalde hace unos meses: “Por aquí pasa una tubería donde inyectar gas”.
Hace apenas veinte días el BoCyl publicaba la resolución favorable para la construcción de una planta de biogás en el término municipal de Yanguas de Eresma. Después de un proceso de más de tres años de estudios se ha determinado que dicha instalación no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente, en los términos establecidos en el informe de impacto ambiental.
También en el Boletín Oficial de Castilla y León, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio sometía a información pública la solicitud de autorización medioambiental para otra planta de biogás en el término municipal de Turégano.
De momento ninguno de estos proyectos han contado con el rechazo popular, no así el que en marzo de 2024 se planteo en el municipio segoviano de Martín de la Dehesa donde las agrupaciones socialistas mostraban su absoluta oposición a la implantación de esta instalación proyectada a poco más de dos kilómetros del núcleo urbano. Rechazo que compartían los vecinos y que atendía fundamentalmente a los riesgos ambientales y sociales.
La Federación Empresarial Segovia, junto a su Agrupación de de Productores de Porcino de Segovia (APORSE), lidera otro de los proyectos planteados para la provincia. Se trata de la construcción de una planta de biogás en Carbonero el Mayor, promovida por la empresa Libergia, cuya presentación tuvo lugar hace dos años y de la que a fecha de hoy no se tiene ninguna novedad. La consulta pública fue publicada por el BOCyL en mayo de 2024 pero todavía parece no haberse resuelto a juzgar por las falta de información que desde la empresa ofrecen asegurando que siguen “a la espera de que salga publicada la Declaración de Impacto Ambiental de nuestro proyecto al trámite de audiencia” y desde la FES rehúsan dar más declaraciones.
Habrá que esperar para ver si finalmente este es el año en el que se aprueba el tan demandado Plan Regional del Biogás 2024-2034 y si se llevan a término alguno de los proyectos de energía verde que tiene en cartera la Junta de de Castilla y León.
