Segovia. Aqueducto. Cromolitografía. Del libro Northern Spain. Painted and Described by Edgar Thomas Ainger Wigram. 1906. El autor, para la primera imagen del libro eligió el acceso a la Plaza del Azoguejo desde la calle de Perocota. El espacio ha cambiado desde entonces, con el derribo de las casas que estrechaban el paso y el relleno de los desniveles que había que salvar con escaleras. Al pie de la iglesia de Santa Columba había una terraza con una parra y un potente muro en el que se apoyaba una fuente monumental, en torno a la cual aparecen mujeres con cántaros y aguadores con caballerías.
¿Qué es una cromolitografía? A finales del siglo XVIII, Alois Senefelder, checo avecindado en Munich, trabajaba reproduciendo partituras musicales y buscaba el modo de hacerlo más rápido y a más bajo coste. Y un día, experimentó con una piedra caliza cuyos poros podían absorber un producto graso que se aplicase sobre ellos.

Segovia. San Miguel. Cromolitografía. Del libro Northern Spain. Painted and Described by Edgar Thomas Ainger Wigram. 1906. Creo que esta ha sido la primera y única vez que un artista se ha detenido en la antigua calle Rehoyo, hoy Infanta Isabel “o de los bares”, para pintarla y dejarnos una imagen llena de vida, con muchas personas paseando y dialogando, balcones enrejados y llenos de tiestos y la torre de la iglesia de San Miguel al fondo. Hay un bonito tratamiento de la luz y la torre, pintada en tonos ocres, luce espléndida con el chapitel empizarrado que la coronaba.
Seguimos con el experimento de Senefelder. Comprobó luego, que si mojaba la piedra con agua, esta sólo se calaba en las partes que estaban libres de grasa; y que si trataba de entintar toda la superficie, la tinta era rechazada en las partes mojadas y admitida en las que habían sido tratadas con el producto graso.

Segovia. Arco San Esteban, Cromolitografía. Del libro Northern Spain. Painted and Described by Edgar Thomas Ainger Wigram. 1906. Es una vista de la Puerta de San Cebrián, pero el autor inglés, advirtiendo que las puertas de la muralla segoviana tomaban el nombre de una iglesia cercana, le dio el nombre de la de San Esteban, que encontró más próxima. Pintada en tonos ocres, con las murallas que la enmarcan es otra de esas imágenes de Segovia que encandilaban a los forasteros, que la veían pintoresca con sus almenas, la cruz sobre el peñasco, las rocas sobre las que clava sus cimientos y la piedra colocada sobre el vano para, quizá, recibir una inscripción que nunca tuvo.
Y Senefelder descubrió la litografía, un sistema de estampación en el que lo que se quería reproducir se dibujaba en una matriz de piedra caliza que se entintaba. Poniendo un papel encima y presionando con una prensa se conseguía la estampación cuantas veces se repitiera la operación.

Segovia. Arco Santiago. Del libro Northen Spain. Painted and Described by Edgar Thomas Ainger Wigram. 1906. Al artista le gustaba animar sus estampas con personajes que sin duda serían los que pasarían ante sus ojos. Aquí, una mujer que sube a la ciudad y dos hombres que bajan, uno de ellos montado en un borrico. Al fondo aparece una figura más, para dar la escala de la puerta. Bien estudiadas y ejecutadas las luces, lo que contribuye a embellecer la estampa.
Seguimos con la cromolitografía. La litografía tenía una limitación, que con ella sólo podían obtenerse imágenes monocromas. Y así hasta que otro iluminado, Godefroy Engelman de Mulhouse, patentó la cromolitografía, una modalidad de impresión de los dibujos a color consistente en hacer tantas planchas litográficas como colores se quisieran y estampando sobre ellas el mismo papel.

Segovia. Ch of San Esteban. Cromolitografía. Del libro Northern Spain. Painted and Described by Edgar Thomas Ainger Wigram. 1906. En esta ocasión voy a comenzar hablando de la cromolitografía. El impresor ha de tener cuidado para que no se monten unos colores sobre otros, algo que conseguía siendo preciso en los registros, testigos de pequeñas dimensiones con los que ajustaba cada una de las impresiones que se hacían con tantas piedras como colores se querían conseguir, en ocasiones quince o veinte. Si el registro no se ajustaba bien, la cromolitografía salía un tanto borrosa, algo que se puede apreciar en esta vista de la iglesia de San Esteban, que parece estar desdibujada.
Dejando al margen el porqué de este problema, la torre luce imponente sobre los tejados rojos y con el airoso chapitel de pizarra con que la coronaron en el siglo XVII. ¿Por qué no se recuperan los chapiteles eliminados?

Segovia. Cromolitografía. Del libro Nortern Spain. Painted and Described by Edgar Thomas Ainger Wigram. 1906. La flexibilidad del lápiz litográfico y la riqueza de matices que con él pueden conseguirse acabaron imponiéndose a los grabados hechos a buril o al aguafuerte. Las líneas se hacen suaves las intensidades de las sombras pueden graduarse con una amplia gama de tonos intermedios, lo que permite superar la descripción y crear atmósferas que hacen creíble la presencia de personajes. La lámina que Mr. Edgar dedicó al Alcázar es una obra maestra. Se colocó para ver el edificio por el noroeste, de proa y navegando por ese hilo de agua que es el río Eresma en el estío. Le sacó mucho partido a las torres y a sus chapiteles de pizarra, que parecen haberse multiplicado, y a la oscura arboleda del parque más allá de la cual aparecen, como perdiéndose, los edificios de la ciudad.

Catedral de Segovia con luces de ocaso. Cromolitografía. Del libro Cathedral cities of Spain. Illustrations by the author William Wiehle Collins. 1909. El 4 de enero de 1909, El Adelantado de Segovia, ignoro cómo se enteraron, daba esta noticia a sus lectores: “Exposición de acuarelas de Collins. España y sus catedrales. Entre las acuarelas expuestas, llaman muy especialmente la atención cuatro de monumentos y paisajes de Segovia, una de ellas nuestra hermosa catedral envuelta en los tintes del crepúsculo. Algunos periódicos ilustrados de Londres reproducen sus acuarelas, haciendo elogios de las bellezas de la catedral de Segovia y recomendando a los artistas que visiten nuestra población”. De las acuarelas expuestas, Mr. Collins eligió tres para ilustrar su libro Ciudades Catedralicias de España. Esta es la primera.

Segovia. Cromolitografía. Del libro Cathedral cities of Spain. Illustrations by the author William Wiehle Collins. 1909. Es la segunda de las tres acuarelas con motivos segovianos que Collins hizo imprimir como litografía para ilustrar su libro Ciudades catedralicias de España: la plaza del Azoguejo en su límite con la calle Perocota, entonces de acusado desnivel. Por lo que podemos apreciar contemplándola, a Collins le gustaba poner vida en sus pinturas, aquí con un personaje arropado con una capa que parece hablar con alguien que le mira desde la ventana de una casa, varias mujeres con niños que se han sentado en unas escaleras de piedra que hay a la izquierda y la multitud de personajes que se mueven al pie del Acueducto recorriendo los puestos del mercadillo, protegidos por toldos.

Plaza Mayor de Segovia. Cromolitografía. Del libro Cathedral Cities of Spain. Illustrations by the author Williams Wiehle Collins. 1909. La tercera acuarela de Collins impresa como litografía para ilustrar su libro es esta vista de la Plaza Mayor en día de mercado, hecho que permite al artista introducir infinidad de personajes que pasean, controlan sus puestos o comprando. Las casas del lado de levante ya se habían derribado en su parte central y se habían construido los arcos sobre pilares que se mantendrían así muchos años. Las casas que continuaban en pie muestran sus pintorescos balconajes de madera y los tejados de tejas rojas, lo mismo que las adosadas al lateral de la iglesia de San Miguel. Pintoresca y viva imagen de una Segovia ida.

Esta cromolitografia es de un español, Ernesto Gutiérrez, que trabajó aquí y en Francia. En un cartel publicitario para los ferrocarriles franceses colocó varios motivos españoles, uno de ellos, la catedral de Segovia. Esta cromolitografía, que no todos reconocerán como segoviana, no ilustró ningún libro, se imprimió para ser vendida como lámina suelta -como “cromo”, palabra que viene de abreviar cromolitografía, que es muy larga-. Es una estampa que recoge la vidilla y animación que había en torno a la fuente de la Plaza del Azoguejo, a los pies de la iglesia de Santa Columba, lugar de reunión y de charla, sobre todo para las mujeres que iban a ella para coger agua con cántaros y botijos de barro o con cubos de cinc. El hombre se habría acercado a beber de uno de los chorros. La fuente se retiró de allí y hoy está al fondo de la terraza de Santa Columba.
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* Supernumerario de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.
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