En la provincia de Segovia se produjeron el año pasado 6.257 colisiones leves por choques entre vehículos, lo que representa un aumento del 8,12 por ciento sobre los datos del ejercicio anterior.
Esta cifra coloca a Segovia en el primer lugar en cuanto a la peor evolución en este capítulo de accidentes con ‘chapa y pintura’. Así se desprende del último informe elaborado por la asociación empresarial del seguro Unespa, que preside la segoviana Pilar González de Frutos.
Segovia se equipara en cuanto a número de choques a provincias como Palencia, Zamora, Ávila, Huesca o Cuenca. Y duplica las cifras de Teruel, Melilla o Ceuta.
El mismo informe arroja el promedio diario de choques, donde el día con más riesgo sería el viernes, con 21 colisiones. Y el más tranquilo, el domingo, con una media de once accidentes leves.
A nivel nacional, el informe de Unespa revela que la evolución de estos siniestros ha crecido, y en 2018 se alcanzó la cota más alta en ocho años, con 1,93 millones de choques en 2018, un dato que no ha parado de crecer desde 2010 y que supone un incremento interanual del 0,11 por ciento.
Los accidentes de tráfico leves son típicos del tráfico urbano y reflejan la situación económica de un país ya que, en momentos de bonanza, se producen más colisiones debido a que hay una mayor cantidad de vehículos circulando por las calles. En años de crisis, sin embargo, baja la siniestralidad. Los golpes de chapa registraron su nivel más bajo en España en 2013, cuando hubo 1,73 millones de percances.
Las comunidades autónomas donde más aumentaron las colisiones el pasado año fueron Melilla (5,91%), Castilla y León (2,59%) y Canarias (2,28%). Los accidentes solo disminuyeron en cuatro regiones: Asturias (-2,05%), País Vasco (-0,96%), Castilla-La Mancha (-0,64%) y Navarra (-0,59%).
Como se ha dicho, el análisis por provincias desvela aumentos en el número de choques en Segovia (8,12%), Melilla (5,91%), Soria (5,33%) y Salamanca (4,38%). Y, por el contrario, las provincias que mostraron descensos fueron Albacete (-2,69%), Teruel (-2,29%), Guipúzcoa (-2,12%) y Asturias (-2,05%).
Los territorios más poblados son los que anotan una mayor cantidad de accidentes en términos absolutos debido a su peso demográfico. La clasificación la lideran provincias que albergan grandes núcleos urbanos, como es el caso de Madrid (253.206 colisiones), Barcelona (199.338) y Valencia (100.998). El panorama cambia si se analiza la cantidad de accidentes por cada 100.000 habitantes. Bajo este prisma, las provincias donde resulta más complicado conducir son Melilla (5.320 colisiones), Baleares (5.220), Málaga (5.080), Cantabria (5.030) y Santa Cruz de Tenerife (4.650). Los lugares donde la siniestralidad en relación al tamaño de su población es más baja son Teruel (2.780), Zaragoza (3.210), Ceuta (3.300) y Guipúzcoa (3.320).
