La sociedad segoviana ha demostrado una solidaridad por encima de su demografía. La provincia, con sus poco más de 150.000 habitantes, ha abierto sus puertas a la llegada de los refugiados en la guerra que ha conmocionado en las últimas semanas a Europa. El resultado es que, según los datos que la Junta de Castilla y León ha trasladado al Gobierno, Segovia oferta casi las mismas plazas (305) que Valladolid (307) con un tercio de su población. Una estadística de la que enorgullecerse y que ilustra el compromiso del tejido social, público y económico con la situación excepcional que vive el país.
El presidente de la Junta de Castilla y León en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, anunció el lunes la puesta a disposición por parte de la Administración autonómica y de las entidades locales de la Comunidad de 1.800 plazas residenciales para acoger refugiados, información que fue remitida a la Delegación del Gobierno de Castilla y León, según informó el ente regional a través de un comunicado.
El consejero de la Presidencia en funciones, Ángel Ibáñez, se reunió con la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, para “seguir avanzando en la colaboración y cooperación de la Junta con el Estado” en una materia que,” si bien es competencia del Gobierno de España, encuentra en la Junta un aliado para avanzar de forma decidida en los mecanismos necesarios para afrontar la difícil situación por la que atraviesa el pueblo ucraniano”. Por provincias, las plazas ofrecidas son 101 en Ávila, 271 en Burgos, 123 en León, 416 en Palencia, 251 en Salamanca, 8 en Soria y 9 en Zamora.
El listado que ha remitido la Consejería de Presidencia al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones está elaborado a partir de la oferta transmitida a través de instituciones públicas como ayuntamientos o diputaciones. Ese inventario ha sido trasladado con la máxima rapidez y es un documento vivo que se sigue actualizando según llegan nuevas propuestas. La institución regional no ha concretado por el momento cuántas plazas oferta cada municipio. La Diputación de Segovia no dispone de plazas de acogida y no ha recibido información por parte de los ayuntamientos sobre su disposición a acoger. El ministro del ramo, José Luis Escrivá, espera contar con más de 6.000 plazas en toda España. Madrid, Murcia y Galicia son, junto a Castilla y León, los territorios que más plazas han ofertado hasta el momento.
El ofrecimiento de la sociedad segoviana ha llegad desde todos los niveles. En las horas siguientes a la invasión, una persona llamó directamente a la Subdelegación del Gobierno para poner su vivienda a disposición de los refugiados que pudieran necesitarlas. No ha sido el único que ha tenido un gesto parecido, algo que también ha sucedido en otras provincias. También ha habido varios empresarios que han ofrecido sus instalaciones para lo que pudiera suceder.
Apuntado lo que llega
Ante el aluvión de solidaridad de estos días, la Subdelegación del Gobierno está haciendo inventario de los recursos que la sociedad segoviana está poniendo a su disposición para dar salida cuando llegue el contingente de migrantes. Desde la Oficina de Extranjería o la Comisaría de Policía facilitarán todo lo posible los trámites para que esta oferta pueda traducirse en algo efectivo.
El tejido de ONGs, el gran batallón de asistencia a refugiados en la última década, está ultimando su plan de ataque cuando llegue la remesa de ucranianos. Cruz Roja y Accem forman parte del sistema ordinario de atención al refugiado y disponen de plazas en viviendas particulares o en instalaciones hoteleras para dar acogida a cada persona según va aumentando el grado de integración en la ciudad, un proceso pautado por el Ministerio en unos dos años.

Por su parte, el Obispado de Segovia está pendiente de conocer qué demandas habitacionales demanda la población migrante para determinar hasta dónde puede llegar. Por el momento, está valorando la opción de poner tres casas parroquiales a disposición de los refugiados. La idea es que cada una de ellas pueda servir de acogida a una familia completa. Todas estarían en los pueblos de la provincia, ya que la situación habitacional en la capital es más complicada. Esta labor asistencial del Obispado se llevaría a cabo en colaboración con Cáritas Segovia, que también pone su grano de arena en la asistencia global a refugiados. También hay que contar con las asociaciones de ucranios que hay en España.
Las instituciones agradecen las aportaciones de los ciudadanos para paliar el drama ucraniano. Ante las horribles escenas que copan los telediarios, la frustración por no poder hacer gran cosa, por verlo desde el sofá y no estar en la frontera con Polonia socorriendo refugiados, se traduce en ir un paso más allá y pensar en atenderles cuando salgan. Pero lo cierto es que la Subdelegación del Gobierno subraya que la atención ahora está en ese primer nivel de asistencia: sacarles con dignidad y salud del país. Por eso, lo más importante ahora es que lleguen medios físicos y económicos a ese punto fronterizo para atender las necesidades en el lugar en el que se están presentando. El protocolo de acogida se atenderá en el siguiente nivel, una vez haya un recuento por parte de la Unión Europea de los migrantes a los que es necesario ubicar y se decida cuántos llegan a España. Será un proceso complejo, pero en ese tablero global de la solidaridad, Segovia pone en valor su alma de acogida.
