El italiano Sergio Scariolo ha puesto fin a su aventura en Rusia, donde ha dirigido Khimki durante dos años, para centrarse a tiempo completo en la selección española.
El técnico abandonó el pasado viernes este país con destino a España tras llegar a un acuerdo con el club, donde llegó en diciembre de 2008 para acabar con la hegemonía del todopoderoso CSKA.
El transalpino decidió poner punto y final a su estancia en el Khimki tras los múltiples vaivenes financieros experimentados por el equipo que dificultaron su labor.
El español Jorge Garbajosa y el argentino Carlos Delfino abandonaron la plantilla el primer año, mientras que el norteamericano McCarthy y el ruso Mozgov cambiaron de aires el pasado verano.
Con todo, en la primera campaña con Scariolo en el banquillo, el Khimki alcanzó la fase final de la Liga rusa y la final de la Eurocopa, mientras en la segunda fue subcampeón de la competición doméstica y debutó en la Euroliga.
Este año, las perspectivas eran buenas con la llegada de varios refuerzos como el estadounidense Kelati, el esloveno Planinic y el nigeriano Eze. No obstante, las lesiones impidieron que el Khimki avanzara en la Euroliga, lo que aceleró la salida de Scariolo.
Ahora, el italiano podrá concentrarse en preparar el Europeo de Lituania, en el que tendrá que reconducir el camino tras la derrota ante Serbia en cuartos de final del Mundial de Turquía.
Scariolo está convencido de que la receta para recuperar el éxito reside en el regreso del Pau Gasol, cuya falta se notó mucho en Turquía. Además, existe la posibilidad de nacionalizar al pívot de origen congoleño Serge Ibaka, que milita en Oklahoma Thunder y ha mostrado su deseo de adquirir la ciudadanía española. Los hermanos Gasol, Felipe Reyes, Vázquez e Ibaka conformarían un temible quinteto de hombres altos que podría ser la llave del éxito el próximo verano en tierras bálticas.
