No hay mejor manera de empezar el año que con buenos propósitos. Por ello, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, celebraron ayer su primer encuentro de 2012 repletos de ideas para intentar ayudar a la UE a salir de la crisis. Entre sus propuestas, la necesidad de acelerar las negociaciones sobre el nuevo Tratado de disciplina fiscal que vetó el Reino Unido en la última cumbre de los Veintisiete, la creación de una tasa a las transacciones financieras con el objetivo de que la banca contribuya a mejorar la situación económica y la urgencia por capitalizar el fondo de rescate permanente de 500.000 millones de euros.
Tras la cita, Merkel destacó que el plan financiero que presentaron en diciembre en Bruselas «progresa muy bien». «Hay posibilidades de que la regla de oro de freno al endeudamiento pueda adoptarse en enero. Si no es posible, se firmará, como muy tarde, en marzo», destacó.
La dirigente germana insistió en que «la consolidación presupuestaria es un elemento esencial para el futuro de la eurozona», pero aceptó que en la cumbre de la UE del próximo día 30 se discutan medidas para impulsar el crecimiento, el empleo y la competitividad, aunque no concretó ninguna más allá de identificar qué países lo hacen mejor en materia laboral para que sirvan de ejemplo.
«Queremos relanzar el crecimiento. Deseamos no solo mantener la estabilidad del euro, sino también una Europa fuerte, moderna y competitiva», resaltó.
Por su parte, Sarkozy aseguró que «la prioridad hoy es el crecimiento, el empleo y la competitividad de nuestro continente». Por ello, «vamos a adoptar iniciativas a nivel continental sobre formación de los parados», agregó.
Asimismo, el galo remarcó que París aplicará la tasa a las transacciones financieras en solitario, con el objetivo de arrastrar así al resto de miembros de la eurozona. Una acción sobre la que Merkel manifestó sus discrepancias, al creer necesaria la aprobación de los Veintisiete.
En cuanto al fondo de rescate permanente, ambos mostraron su acuerdo en que «la situación es compleja», por lo que abogaron por poner en marcha rápidamente el segundo plan de asistencia para Grecia con el fin de frenar el contagio de la crisis de deuda.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, explicó que espera que los Estados miembros lleguen a un acuerdo político este mes sobre el nuevo Tratado y adelantó que los líderes europeos discutirán la «adecuación del tamaño» del fondo de rescate «sin dilación», aunque fijó marzo como fecha límite.
El belga defendió el texto, que «no es de principios, sino de objetivos e instrumentos concretos» que ayudarán a «garantizar presupuestos equilibrados» y «atajarán los déficits excesivos».
