El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy apostó en su reaparición en la vida política francesa por un cambio en el sistema fiscal para ayudar a las empresas y se comprometió a recuperar “uno a uno” a todos los votantes que optaron en los últimos comicios por el partido ultraderechista Frente Nacional (FN).
“No creo que ellos crean en Marine Le Pen. Creo que están asustados, que están sufriendo. Creo que les hemos decepcionado y ahora debemos reconquistarles”, dijo Sarkozy, que insistió en que su objetivo pasa por hacerles ver que “la solución es la alternativa” que su partido va a proponer.
Estas declaraciones llegan sólo unos días después de que anunciase su candidatura a la presidencia de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), confirmando de esta forma su vuelta a la primera línea política, en la que espera “transformar de pies a cabeza” su partido.
En su primera entrevista televisada, en lo que podría ser su carrera hacia la Presidencia en el año 2017, el exmandatario evitó ahondar en las medidas concretas y se limitó a intentar tranquilizar a las empresas y a los votantes, tras “oír sus preocupaciones”, según precisó.
“Europa no está en crisis”, añadió Sarkozy después de aludir a los buenos resultados económicos de Alemania y, por ello, lamentó que la economía siga estancada en Francia, con un aumento del desempleo. “Nuestro modelo debe ser completamente reestructurado”, apostilló.
En este sentido, el expresidente Sarkozy dijo que lo único que importa es encontrar un sistema fiscal que permita a las empresas provocar crecimiento y crear empleo. De esta forma, cree que los jóvenes franceses dejarían de abandonar el país para intentar alcanzar el éxito en el extranjero.
Popularidad
El actual presidente, el socialista Françoise Hollande, quien le venció en 2012, vio cómo su popularidad cayó a mínimos sólo vistos en época de posguerra -con un 13% de apoyo en las últimas encuestas-, debido a su fracaso al intentar reanimar a la segunda mayor economía de la zona euro, que se estancó en un desempleo récord del 10%.
Por otro lado, ayer se publicó que dos de cada tres franceses encuestados consideran que Nicolas Sarkozy no vuelve a la primera línea política porque tenga un proyecto de futuro claro y en firme, sino por un ánimo de revancha, tras su derrota en las elecciones de 2012, vencidas por el socialista François Hollande.
Así, un 67% de los ciudadanos cree que su regreso se produce con ese fin y no por disponer de un verdadero programa, según un sondeo de Odoxa publicado por ‘Le Parisien’.
Por ideologías, son un 93% de los simpatizantes de izquierdas los que apuntan a la venganza, frente al 41% de los seguidores de la derecha.
Convencidos
Respecto a su mensaje, parece no haber calado lo suficiente. Un 55% de las personas encuestadas afirmó que el expresidente no resultó convincente, si bien tres de cada cuatro simpatizantes de la derecha sí se confesaron convencidos por sus palabras.
Ya el pasado viernes, otro sondeo recogía que el 55% de la población no veía positiva la vuelta de un político que, a tenor de todos los análisis, y tras anunciar su vuelta en Facebook, parece no dejar a nadie indiferente.
