El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, afirmó ayer que las autoridades llevarán a cabo «más operaciones» como la redada que tuvo como resultado el arresto de 19 personas en distintos lugares del país por su supuesta relación con el «islamismo radical».
El dirigente aclaró que estas detenciones no están relacionadas con los asesinatos supuestamente cometidos por Mohamed Merah, que mató a tres militares, un rabino y tres niños en tres ataques en Toulouse y Montauban, y falleció hace una semana.
En cambio, sí están vinculadas con «una forma de islamismo radical», señaló el mandatario, que adelantó que «habrá otras actuaciones» similares que «permitirán expulsar del territorio nacional a personas que no tienen nada que hacer» en Francia.
El martes pasado, cinco días después del fallecimiento de Merah, Sarkozy se comprometió a «acelerar los procedimientos de expulsión» de ciertas personas por motivos de orden público y aseguró que «todos los que hayan tenido propósitos infamantes contra Francia y contra los valores de la república no serán autorizados a entrar» en Francia.
El presidente comparó «un poco» el dolor en Francia con los atentados del 11-S en EEUU, mientras el fiscal de París señaló que la investigación se centra ahora en un posible «cómplice» de Merah.
