Ya viene la Cuaresma, decía la narradora, Maite Hernangómez, ayer por la tarde en la Plaza Mayor, cuando el Taller Municipal de Teatro comenzaba la representación del Combate de don Carnal y doña Cuaresma, sobre textos del Arcipreste de Hita. Pues sí, ya está aquí y, como todo Miércoles de Ceniza, las comparsas incineraron a la sardina; mejor dicho, a las sardinas, porque cada una tiene la suya.
El Entierro de la Sardina no es el acto más multitudinario del Carnaval, entre otros motivos porque se celebra en un día laborable y lectivo.
En fin, que si Cuaresma, que si adiós a las breves vacaciones… Que si la crisis… Motivos no faltaban para llorar, aunque fuese detrás de una sardina de madera o cartón. Pero no nos engañemos, la ocasión se brinda a la parodia y a la diversión y las comparsas que participaron ayer en este acto del Carnaval segoviano hicieron bueno el dicho de pocos pero bien avenidos y bien animados.
Porque animación había en la zona de San Martín a las 19 horas, cuando empezó el desfile oficial, camino de la plaza. Antes incluso se bailaron unas jotas a los sones de la Escuela de Dulzaina de Segovia. No había mucho luto este año, que la cosa está mal y hay que “cundir” el disfraz. Pero El Tudel parodió muy bien lo que podría ser un entierro a la vieja usanza: Carroza fúnebre algo ostentosa, plañideras de luto riguroso y hasta carracas, además de incensario, para que no faltara detalle.
También hubo un elemento reivindicativo, pues la comparsaLos Chirigoteros, que van de esquimales, llevaban a su sardina en un iglú que en su parte posterior tenía colgado el cartel de ‘Stop desahucios’.
Ya en la plaza, los bomberos de Segovia ayudaron a quemar a las sardinas en una hermosa hoguera antes del Combate de don Carnal y doña Cuaresma, con música y danza del grupo ‘Os Batucones’.
