El alcalde de Torrecaballeros, Serafín Sanz (PP), aseguró ayer que el Ayuntamiento pondrá “todos los medios” a su alcance para evitar nuevos accidentes en el Edificio Cultural de Usos Múltiples (ECUM), instalación donde el pasado viernes se desprendió parte del techo sobre los participantes en un campamento urbano, un suceso por el que fueron atendidos cinco escolares en el consultorio local, dos de los cuales fueron trasladados al Hospital de Segovia, recibiendo posteriormente el alta médica.
El regidor de Torrecaballeros quiso ayer pedir perdón públicamente por lo acontecido, un hecho que “nunca se debió producir”, agregando que él, personalmente, telefoneó a los padres de los niños, para interesarse por su estado de salud y disculparse por el suceso. De acuerdo a la versión de Sanz, el accidente se produjo a consecuencia de las vibraciones de una pared de pladur sobre la que se apoyaban las placas de escayola que cayeron al suelo. El alcalde dijo haber ordenado a los técnicos que tomen “todas las medidas necesarias” para garantizar la seguridad en el ECUM. Como primer paso, se desmontará todo el techo, por si tuviera daños en su estructura. Por lo que respecta a las paredes, Sanz aseguró que se colocarán “lo más rígidas posibles”, para evitar nuevos desprendimientos. “A un edificio de pública concurrencia se le debe exigir que cumpla, estrictamente, con todas las normas de seguridad, y así se hará”, añadió Sanz.
En referencia a las críticas vertidas por el PSOE, que en una nota de prensa denunció que el ECUM es todavía “un edificio en construcción”, el regidor aseguró que cuenta con el certificado de final de obra desde hace más de un mes, en concreto desde el 27 de junio. De hecho, Sanz recordó que el último fin de semana de junio, ya con los permisos pertinentes, acogió a los participantes en una ruta por el camino de San Frutos. “Lo único que queda por hacer en el ECUM es pintar las paredes y el suelo, y eso lo vamos a hacer próximamente con una subvención de la Diputación”, reveló Sanz.
En otro orden, el alcalde explicó que el escenario habitual de los campamentos es el colegio público, y que si el viernes se encontraban los niños en el ECUM fue debido a que desde allí se iban a desplazar a una actividad a la piscina. Sanz quiso salir en defensa de los monitores del campamento, asegurando que todos poseen el título de monitor de ocio y tiempo libre, y agregando que su número es superior al exigido por la ley.