El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hizo durante el día de ayer un llamamiento a la unidad para lograr la paz y combatir a los “verdaderos enemigos” del país, entre los que ha enumerado la pobreza, la desigualdad, el desempleo, la corrupción, la inseguridad y la guerra.
En unas palabras durante la inauguración de la nueva legislatura del Congreso, el mandatario recalcó que en la actualidad “pueden más las divisiones, los orgullos personales, los dogmas y prejuicios”, resaltando que “esto no permite ver lo que se tiene y lo que se puede construir si se avanza juntos en sana armonía”.
Santos, que no hizo referencia directa a la oposición o al expresidente Álvaro Uribe, uno de los más críticos con su gestión, invitó a todos los colombianos “y a sus líderes, muchos de los cuales están aquí, a serenar los espíritus y deponer las armas”.
Así, envió un mensaje a los que critican el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pidiéndoles que dejen de lado “la intransigencia” y que escuchen los argumentos que se están tratando en La Habana, donde una cumbre internacional intenta cimentar la paz y frenar la escalada de violencia que estalló durante las últimas semanas entre ambos bandos.
“Les convido a que abandonemos juicios y prejuicios, a que dejemos de lado las posiciones intransigentes, a que hablemos con serenidad y sin medias verdades, y a que busquemos los acuerdos en medio de las diferencias”, dijo el presidente en referencia a los juecios críticos que circulan por toda Colombia sobre el proceso de paz y la negociación.
“Invito a todos, a los amigos del proceso y a los que tienen dudas o temor, a que nos unamos en torno a este objetivo: el mayor de Colombia, el más importante, el más sublime, que es la paz”, puntualizó, según informó la emisora colombiana Radio Caracol.
Así, Santos puso como ejemplo la vuelta a la normalidad de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, alcanzada este mismo lunes tras la apertura de sus embajadas y que pueden marcar un antes y un después en sus relaciones bilaterales.
“Así como hoy termina el último y el más largo conflicto diplomático del hemisferio, gracias al diálogo, está en nuestras manos terminar el último y el más largo conflicto armado del continente”, remarcó el presidente donde señalo la necesidad en términos de estabilidad interior y exterior la finalización de los conflictos armados dentro de su territorio que lastran la economía del país.
La semana pasada se confirmó un acuerdo para el alto el fuego unilateral de las FARC, que entrará en vigor el 20 de julio, al que corresponderá el Gobierno con un “desescalamiento” de las acciones militares a partir de esa fecha y durante un periodo de cuatro meses, después del termino de la tregua todavía no queda muy claro la reacción de las partes para evitar otra escalada de violencia.
